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miércoles, 3 de diciembre de 2014

En la Red de Músicas Populares de Medellín se aprende de los Sintuá

Es por su propia cultura musical que la familia Sintuá, perteneciente a la comunidad Emberá del Chocó, llegó hace un mes a la Red de Músicas Populares del programa Medellín Vive la Música.

Son 18 integrantes, y cada martes se reúnen a rasgar las cuerdas y cantar. Pequeños de tan solo 2 y  6 años, adolescentes, madres cabeza de familia y Leonardo y Marino Sintuá hacen parte del que se considera el grupo más colorido del Teatro al aire libre de Pedregal.

Aunque hablan muy poco español, parecen entenderlo; solamente escuchan y siguen las instrucciones del maestro Eider Ortiz, quien indica el ritmo con un marcador que le sirve de batuta y traductor.

Sintua 1

“Los Emberá tienen un sentido de comunidad profundo y arraigado. Cuando les enseño música lo evidencio a cada instante. Ellos nos buscaron a nosotros porque querían seguir tocando. Personalmente los prefiero aquí que en un semáforo”, dijo Eider Ortiz,  músico y profesor de la Red de Músicas Populares.

Luz Mercedes Maya, directora académica de la Red de Músicas Populares, afirma que tienen alumnos afrodescendientes e indígenas en varios programas.

“Hay un movimiento grande de sonidos batá en la comuna 13. La mayoría de las veces estas comunidades huye de sus pueblos afectados por el conflicto armado y el desempleo”, expresó la directora.

En este momento se construyen cuatro Escuelas de Música Popular y hay clases en Centros de Desarrollo Cultural, Parques Bibliotecas, Centros Infantiles, Instituciones Educativas, Corporaciones Culturales y en las UVA (Unidades de Vida Articuladas). Entre los formatos están las gaitas, los tambores, los grupos de cuerdas e instrumentos electrónicos creados a partir de softwares musicales.

El profesor Eider Ortiz trabaja los ritmos Emberá que la familia Sintuá ya tenía en su repertorio al llegar a Medellín hace cuatro años.

Desplazados por el peligro que los amenzaba en sus propias tierras, se instalaron en el barrio Niquitao. Tenían su propia agrupación musical en donde todos tocaban y cantaban las melodías de su cultura.

“La idea es aprender de ellos también, mirar a los mayores y ver cómo crean los acordes, para que luego podamos enseñárselos a los más chicos”, dijo el profesor Eider Ortiz.

Sintua 2

“Lo que busca Medellín con la Red de Músicas Populares es llegar a la diversidad cultural por medio de la música”, manifestó Luz Mercedes Maya, directora académica de la Red de Músicas Populares.

En la clase, los Sintuá también aprenden ritmos colombianos y algunos villancicos.

El maestro Ortiz explica que la música propia de los Emberá es muy parrandera y también tiene un poco de ritmo guasca, combinación que refleja las influencias del Chocó colombiano. Interpretan el ukelele, la guitarra, las semillas, el llamador, la tambora, el tambor alegre y la guacharaca.

“Son disciplinados y comprometidos, lo que refleja su organización social como un ejemplo muy importante para nosotros”, añadió el maestro.

Sintua 3

Medellín Vive la Música ofrece espacios para el aprendizaje y el disfrute de las comunidades, incluyendo las que llegan a la ciudad buscando una vida digna, como estrategia de inclusión, respeto y desarrollo de la diversidad.

Emberá traduce literalmente “la gente”. Esta comunidad indígena ha subsistido siglos de invasión y destierro, pero su cultura y su organización social se mantienen a través de los años, tal vez porque conservan su lengua y porque la colonización llegó un poco más tarde a las riberas de sus ríos. La historia los ha obligado a ajustarse y mezclarse con otras culturas, lo que han logrado sin perder sus tradiciones más arraigadas como su vida espiritual, la medicina y la música.

Ver video

https://vimeo.com/113047324

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