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domingo, 8 de abril de 2018

Desde el 9 de abril se levanta el pico y placa ambiental en el Valle de Aburrá

2018-04-08_072811El deterioro en la calidad del aire había generado estado de prevención. La transición a la época de lluvias fue determinante para levantar la restricción. En todos los municipios del Valle de Aburrá se cuenta, por lo menos, con una estación de monitoreo de las condiciones ambientales.

El Área Metropolitana, como autoridad ambiental que agrupa a los 10 municipios del Valle de Aburrá, determinó que las medidas ambientales que se habían adoptado por los episodios de contaminación atmosférica finalizaron el sábado 7 de abril, luego de cumplirse el periodo de restricciones que habían sido adoptadas el 22 de febrero.

La decisión se tomó luego de analizar la evolución del primer episodio de contaminación (febrero, marzo y abril), de los dos que se presentan en el año en el área metropolitana, y que obligó al cumplimiento del Protocolo del Plan Operacional para enfrentar Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica en el Valle de Aburrá, Poeca.

“Con el fin del periodo de gestión finaliza el estado de prevención, terminan las medidas del pico y placa ambiental y las restricciones que se tenían para el sector industrial en cuanto a que no podían hacer mantenimiento de equipos y otro tipo de labores propias de este  estado. Volvemos al pico y placa normal y al funcionamiento de las industrias”, dijo María del Pilar Restrepo Mesa, subdirectora ambiental del Área Metropolitana.

“Tenemos una recurrencia de precipitación no solo en el día, sino durante la noche. Esa de la noche, en particular, es muy determinante para la calidad del aire, es muy efectiva para generar un lavado de los contaminantes en la atmósfera porque se da cuando no hay muchas emisiones”, explicó Carlos David Hoyos Ortiz, director del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá, Siata.

El director de este sistema, ingeniero civil de profesión, precisó que el fenómeno se produce como un efecto doble que tiene la lluvia al generar un lavado de los contaminantes. Uno de ellos se da por las gotas y la composición de su núcleo, a partir del material particulado, que genera un efecto de limpieza con la remoción de los componentes de manera interna. El otro se da cuando cae la lluvia, y a su vez, genera la limpieza con el proceso aerodinámico.

Las autoridades reiteraron el llamado a la conciencia ciudadana y la utilización del transporte público como medio de movilidad. Aclararon que para el Valle de Aburrá se han declarado estados de prevención y de alerta, y nunca de emergencia. Para eso trabajan juiciosamente con la medición  del PM2,5 con las 20 estaciones instaladas a lo largo del territorio.

Sanciones a infractores

Durante los más de 40 días que se puso en aplicación el protocolo Poeca, las autoridades ambientales de Medellín realizaron el análisis de 6.570 vehículos en más de 20 puestos de control operados por la Secretaría de Movilidad y técnicos del Área Metropolitana. De esos carros, el 35 % (2.300) fueron rechazados, de acuerdo a las cifras entregadas por Sergio Andrés Orozco Escobar, Secretario de Medio Ambiente de Medellín.

Así mismo, se impusieron más de 28.000 comparendos por el incumplimiento de la norma del pico y placa ambiental que tuvo restricciones, además de los vehículos particulares, para otros como las motos de 2 y 4 tiempos, las volquetas y los camiones con grandes emisiones de gases. En este caso se recordó que el 80 % de la contaminación proviene de fuentes móviles.

“El problema vuelve y juega: es la alta ilegalidad que hay en el tema de los asociados a las revisiones técnico mecánicas, lo cual estamos revisando de la mano con el Ministerio de Transporte, que es la autoridad competente. Vamos a ver cómo nos podemos articular y qué más hacer en ese tema”, señaló el secretario Orozco Escobar.

En el caso de las industrias, que compete totalmente a la autoridad ambiental, el Área Metropolitana realizó 19 medidas preventivas con el inicio del debido proceso para cumplir con la norma y poder seguir con el funcionamiento. Las sanciones no contemplan el cierre, sino la revisión y reparación en la empresa del mecanismo que está generando esta contaminación.

Antecedentes ambientales

Para el director del Siata, la situación que vivió Medellín y que se ha visibilizado en los últimos años, no es fortuita. El funcionario destacó que es un problema histórico y que con el inicio de la medición e instalación de las estaciones después de 2016 pudieron ejecutar medidas para la prevención durante los episodios.

Las cifras reveladas por el director Hoyos Ortiz señalan que en 2015 se tenían estimativos en los que las condiciones de la calidad del aire estaban en rojo. En 2016 se realizó el llamado de atención, luego que durante 16 días permanecieran en la misma condición. De ahí surgió la necesidad de crear el protocolo Poeca y una serie de determinaciones para adoptar ante las contingencias.

Y fue así como en 2017 se aplicó el protocolo y con las medidas se llegó a un solo día en el que hubo predominancia del color rojo en las estaciones. Lo propio en 2018, en el que ya se cuenta con 20 estaciones ubicadas en los 10 municipios del Valle de Aburrá. El 50 % de estos dispositivos están ubicados en Medellín.

“Teníamos municipios en el área metropolitana sin estaciones automáticas. Ahora todos tiene, por lo menos, una estación de monitoreo que nos permite saber si el problema es generalizado o si las estaciones tienen registro por emisiones de un incendio de cobertura vegetal o de emisiones industriales que debemos detectar y la autoridad ambiental actuar de manera puntual”, agregó el director del Siata.

Aunque el próximo episodio de contingencia ambiental y deterioro de la calidad del aire puede ocurrir entre octubre y noviembre, las entidades responsables de la vigilancia podrían, eventualmente, recurrir a las medidas del Poeca si se registran eventos por un periodo prolongado.

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