Memoria y poesía en el aire: lecturas sobre el conflicto en el metrocable de Medellín

Desde el 12 hasta el 21 de marzo, cerca de 2.400 usuarios del metrocable de Medellín podrán sumergirse en historias y reflexiones sobre las víctimas del conflicto armado colombiano. A través de lecturas en las cabinas de la línea M, esta iniciativa busca conectar a la ciudadanía con la memoria histórica y hacer de cada trayecto un recorrido entre el pasado y el presente.

El proyecto es impulsado por el Museo Casa de la Memoria en alianza con el Metro de Medellín, con un total de 20 horas de lectura programadas. Los usuarios escucharán testimonios y poemas de textos del fondo editorial del Museo, incluyendo "Retazos de mi vida", de Hilda Osorio, una lideresa y víctima del conflicto, cuya obra refleja las vivencias de quienes han sido afectados por la violencia y han logrado sobreponerse a ella.

Un viaje de reflexión y memoria

"Esta es una iniciativa del Museo Casa de la Memoria y el Metro de Medellín para llevar la memoria a toda la ciudadanía. Queremos compartir historias sobre el conflicto armado, para que no se olviden y para garantizar que estos hechos no se repitan", explicó Luis Eduardo Vieco Maya, director del Museo Casa de la Memoria de Medellín.

El impacto de esta estrategia ha sido significativo entre los pasajeros. Marisela Gómez, una usuaria del sistema, compartió su experiencia: "Soy ama de casa, iba en el metrocable con mis hijos y me encontré con dos personas que me leyeron un poema maravilloso. Me hizo reflexionar sobre la memoria, sobre cosas buenas y otras no tanto, como el conflicto que hemos vivido".

Expansión del programa a otras líneas del metrocable

La iniciativa no se detendrá en la línea M. A lo largo del año, la estrategia se replicará en las demás líneas del metrocable, reafirmando el compromiso de la Alcaldía de Medellín con la transformación social a través de la memoria histórica. Estas acciones permiten comprender y reparar el pasado, promoviendo una cultura de paz y resiliencia en la ciudad.

Con esta apuesta, Medellín sigue consolidándose como un referente en la construcción de memoria colectiva y reconciliación, utilizando espacios cotidianos como escenarios de aprendizaje y reflexión.