Con el compromiso de garantizar el derecho a una nutrición adecuada para la primera infancia, el programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer, liderado por la Unidad Administrativa Especial Buen Comienzo, ha valorado nutricionalmente a más de 10.000 niñas, niños, mujeres gestantes y lactantes en lo que va del 2025.
De esta cifra, 4.809 menores de 124 jardines e instituciones educativas del Distrito han sido evaluados, y la meta para este año es llegar a más de 9.000 niños y niñas, fortaleciendo así la protección del desarrollo integral desde la primera infancia.
Según Diana Carmona, directora de Buen Comienzo, este esfuerzo busca llegar a todos los rincones de Medellín, sin distinción entre instituciones públicas o privadas, para detectar tempranamente casos de desnutrición o sobrepeso y activar rutas de atención especializadas. “Sabemos que hay familias que enfrentan inseguridad alimentaria, lo que limita el desarrollo infantil. Nuestro propósito es asegurar que cada niño y niña reciba la atención nutricional que necesita”, afirmó Carmona.
El programa realiza jornadas de valoración en grados de párvulos, prejardín, jardín y transición, mediante evaluaciones antropométricas y nutricionales que incluyen mediciones de peso, talla y perímetro braquial. Cada institución recibe un informe detallado con el estado nutricional de sus estudiantes, lo que permite intervenciones oportunas y efectivas.
Además de las valoraciones, Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer ofrece talleres dirigidos a madres, padres y cuidadores, abordando temas como salud mental, alimentación saludable y educación física, con el objetivo de fortalecer las capacidades familiares y prevenir riesgos a largo plazo.
Esta estrategia se desarrolla en el marco de la Alianza Medellín Cero Hambre, impulsada por la Alcaldía de Medellín, y cuenta con el respaldo de profesionales en nutrición, desarrollo infantil y pedagogía, así como la articulación con instituciones del sector salud y educativo.
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