La Secretaría de Salud e Inclusión Social de Antioquia lanzó una voz de alerta ante la grave situación financiera que atraviesan los hospitales del Bajo Cauca, debido a las millonarias deudas acumuladas por varias EPS que han sido intervenidas por el Gobierno Nacional. La cartera pendiente asciende a 104 mil millones de pesos, y de no solucionarse pronto, los centros de salud de esta subregión podrían quedar sin capacidad operativa en menos de un mes.
Así lo advirtió la secretaria de Salud departamental, Marta Cecilia Ramírez Orrego, quien elevó un llamado urgente a la Superintendencia Nacional de Salud, responsable de la intervención de EPS como Coosalud, Savia Salud y Nueva EPS, que en conjunto deben cerca de 70 mil millones de pesos a los hospitales de esta zona estratégica para la atención en salud del norte de Antioquia y regiones vecinas.
“Es muy preocupante que se le cargue a esta región, que ya enfrenta múltiples dificultades, el peso de una prestación de servicios que no es reconocida económicamente por las EPS. Por eso elevo un llamado a la Superintendencia para que actúe con urgencia y se ponga al día con esta cartera”, manifestó Ramírez Orrego.
El caso más crítico es el de la E.S.E. Hospital César Uribe Piedrahita de Caucasia, una institución de segundo nivel que también presta servicios de alta complejidad y que atiende remisiones no solo del Bajo Cauca antioqueño, sino también del sur de Córdoba y del sur de Bolívar. Si no se resuelve la situación financiera, esta entidad podría dejar de operar en las próximas semanas, con consecuencias directas para miles de usuarios.
La funcionaria reiteró que el sistema de salud está siendo destruido desde adentro por la asfixia económica que sufren los diferentes actores, en especial los hospitales públicos, que están obligados a mantener la atención a pesar de la falta de pago por parte de las EPS.
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