Con el objetivo de reducir riesgos, ordenar el tránsito y proteger a los actores viales más vulnerables, la Alcaldía de Manizales, a través de la Secretaría de Movilidad, firmó un convenio con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) para intervenir ocho zonas escolares de alta circulación estudiantil.
El proyecto contempla una inversión cercana a los $1.400 millones y prioriza instituciones educativas ubicadas en sectores críticos de la ciudad, como las avenidas Santander, Kevin Ángel, Paralela y corredores residenciales con tránsito escolar constante. Se espera beneficiar directamente a más de 25.000 estudiantes.
Las obras incluirán la instalación de señalización vertical y horizontal, pasos peatonales visibles, reductores de velocidad tipo parabólico, bordillos traspasables y bandas alertadoras en concreto. Estos elementos están diseñados para mejorar la seguridad en zonas de cruce frecuente y obligar a los conductores a reducir la velocidad sin afectar la integridad de los vehículos.
“Estas acciones no solo son obras físicas, son decisiones estratégicas que pueden marcar la diferencia entre un accidente y una llegada segura al colegio”, explicó el secretario de Movilidad, Juan Felipe Álvarez Castro. El funcionario destacó que cada punto fue definido tras un riguroso análisis técnico de riesgo y en diálogo directo con las comunidades educativas.
Las instituciones priorizadas son la Normal Superior de Caldas, INEM Baldomero Sanín Cano, Pablo VI, San Jorge, Divina Providencia, Aranjuez, San Rafael y LANS Femenino. En todas ellas se identificaron problemáticas como exceso de velocidad, comportamiento riesgoso de motociclistas, cruces desorganizados o intersecciones complejas.
Además de la intervención física, el convenio incluye campañas pedagógicas, control por parte de los agentes de tránsito y actividades de educación vial para fomentar la correcta utilización de la señalización y el respeto por los límites de velocidad.
Las medidas fueron socializadas con rectores, padres de familia y líderes comunitarios, quienes respaldaron las decisiones adoptadas y expresaron confianza en los resultados esperados. La estrategia es integral y sostenible, pensada para transformar entornos escolares inseguros en espacios protegidos, con infraestructura adecuada y cultura vial fortalecida.
Con esta iniciativa, Manizales se consolida como una ciudad que apuesta por la vida y por entornos educativos seguros, recordando que la seguridad vial es una responsabilidad compartida que empieza desde el respeto al peatón y la conducción responsable.
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