Con la activación del primer Entorno Educativo Seguro del Valle de Aburrá, la Gobernación de Antioquia continúa fortaleciendo su estrategia para proteger a niños y jóvenes en las instituciones educativas del departamento. Esta vez, la iniciativa llegó a la I.E. José María Bernal del municipio de Caldas, uno de los colegios más grandes de la localidad.
Durante el acto de lanzamiento, el Gobernador Andrés Julián destacó que esta estrategia busca conformar frentes ciudadanos de protección alrededor de las instituciones, con el apoyo de la tecnología y la participación activa de la comunidad.
“Es un frente que tiene como único propósito proteger a niños y jóvenes. La única arma que deben disponer sus integrantes ―padres de familia, profesores, comerciantes de la zona― es amor por los niños y jóvenes, y tecnología para reportar cualquier situación que puedan evitar”, señaló el mandatario.
Como parte de la implementación, se instalaron una alarma comunitaria y dos cámaras de vigilancia conectadas directamente al Nodo Departamental de Seguridad. Además, 30 miembros de la comunidad conformaron un frente de seguridad ciudadano no armado, cuyo objetivo es acompañar y respaldar a las autoridades frente a situaciones de riesgo para la comunidad educativa.
Ana María Arboleda, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Fundadores, celebró la llegada del programa y resaltó su impacto:
“Durante muchos años hemos tenido una problemática muy evidente en cuanto a seguridad y venta de drogas. Este es un paso para generar tranquilidad para padres, estudiantes y comunidad. Es un trabajo en equipo”.
Por su parte, el alcalde de Caldas, Jorge Mario Rendón Vélez, subrayó que este tipo de estrategias son clave para una convivencia pacífica en los entornos escolares.
“Estos mecanismos tecnológicos nos tienen que servir para que juntos nos ayudemos a proteger. Toda la comunidad educativa y también los vecinos”.
Con esta intervención, el programa de Entornos Educativos Seguros ha llegado ya a 16 instituciones educativas en Antioquia, y se proyecta que 15 más sean beneficiadas en lo que resta del año. La meta es clara: convertir las escuelas en espacios seguros, libres de violencia, donde niños y jóvenes puedan estudiar, convivir y crecer en paz.