Entre una lluvia que parecía bendecir la tierra fértil de Santa Elena, el nombre de Juan Ernesto Ortiz Grajales resonó con fuerza en el 67.º Desfile de Silleteros. Este hombre de la vereda El Placer, conocido por su dedicación y amor por las flores, se convirtió en el Rey de los Silleteros al ser nombrado Ganador Absoluto del evento. Su silleta, monumental en su esencia, no solo cautivó al jurado sino que también emocionó a miles de espectadores que, con admiración, vieron desfilar una obra maestra.
Este triunfo no fue un golpe de suerte; es el resultado de años de esfuerzo y pasión. Juan Ernesto llevaba cinco años trabajando incansablemente para alcanzar este sueño, un anhelo que ahora se ha materializado. Con lágrimas en los ojos, dedicó este logro a su familia, a quienes estuvieron con él en cada paso del camino, y a su comunidad en El Placer, un rincón de Antioquia que ahora celebra con orgullo el reconocimiento de uno de los suyos.
El desfile no solo destacó a Juan Ernesto; la competencia reunió a 530 silleteros, cada uno mostrando su mejor trabajo en diferentes categorías. Desde los infantiles hasta los más experimentados, todos demostraron que el arte de las flores es una tradición que se vive con pasión y que sigue evolucionando. Entre los ganadores de este año se encuentran Julián Ramírez, en la categoría Infantil; Samuel Morales Henao, en la categoría Junior; Rodrigo de Jesús Zapata Álzate, en la categoría Tradicional; María Carolina Atehortúa Londoño, en la categoría Emblemática; Edwin Camilo Ramírez, en la categoría Artística; y Juan Camilo Atehortúa, en la categoría Comercial.
La innovación también tuvo su espacio en el desfile. Jonatan Londoño Serna, de la vereda Barro Blanco, sorprendió con una silleta que combinaba lo tradicional con lo digital. Inspirado por una espina clavada de la edición anterior, cuando su trabajo no fue reconocido como él esperaba, este año regresó con una creación que incluía un código QR, permitiendo a los espectadores experimentar su silleta en realidad aumentada. Con la voz quebrada por la emoción, Jonatan agradeció el apoyo incondicional de su esposa Érika, reconociendo que su victoria es un logro compartido.
El Desfile de Silleteros es más que un evento; es la manifestación del alma campesina, de hombres y mujeres, de niños y niñas que, año tras año, convierten a Medellín en un tapiz vivo de colores y aromas. Este año, a pesar de la lluvia, cada silleta fue un homenaje a la tierra, a la tradición y a la perseverancia de los silleteros, quienes con su trabajo, mantienen viva una de las tradiciones más hermosas de Colombia.