- Las ecohuertas individuales y comunitarias se implementaron en Popular, Santa Cruz, Aranjuez, Buenos Aires y el corregimiento San Cristóbal.
- También iniciaron en dos jardines Buen Comienzo: Lucitania y Dulce Corazón 2.
- Se incluye capacitación en el cuidado de los cultivos y el autoconsumo saludable y sostenible.
La Alcaldía de Medellín implementó 650 ecohuertas, individuales y comunitarias que benefician a 940 familias de las comunas Popular, Santa Cruz, Aranjuez, Buenos Aires y del corregimiento San Cristóbal, dentro de las estrategias de consolidación de hogares y comunidades autosostenibles.
Con cada una de ellas se entregaron kits con semillas, palas, abono y regaderas, y se sensibilizó acerca de la siembra, el cuidado de los cultivos y el autoconsumo saludable y sostenible con plántulas de tomate, perejil, ají, pepino, menta, lechuga, coliflor, brócoli y pimentón.
“Es una estrategia de educación y buenas prácticas ambientales, que permite el aprovechamiento y la transformación de los residuos orgánicos, el cuidado de los recursos naturales y las relaciones de vecindad. Hoy contamos con 650 ecohuertas que benefician tanto a familias como a comunidades. Por eso nuestro reto es continuar en su implementación para avanzar en la consolidación de nuestra ecociudad”, indicó el subsecretario de Gestión Ambiental, Luis Eduardo Cuervo.
Con estas áreas en solares, balcones o terrazas, las familias beneficiadas van a tener una alimentación sostenible, van a sembrar y recoger los alimentos para consumir en las mesas de sus casas.
Esta iniciativa también ha llegado a los jardines infantiles de Buen Comienzo: Lucitania (San Cristóbal) y Dulce Corazón 2 (Buenos Aires), que benefician a 370 y 187 menores, respectivamente, para incentivar el cuidado de los recursos naturales, las buenas prácticas ambientales y la importancia de estos espacios para la transformación del ser desde la primera infancia. El proceso cuenta con la asistencia técnica de la Secretaría de Medio Ambiente y el acompañamiento de las agentes educativas.
El objetivo es que sean autosostenibles y que sus residuos orgánicos se conviertan en abono para la siembra de fresas, zanahorias, lechuga, cilantro, tomate cherry, albahaca, flor de Jamaica, ruda, manzanilla, stevia, entre otros.
“Los niños vienen todos los días a visitar su espacio, porque le entregamos a cada grupo un pedacito que va a cuidar y por el que va a responder con su profe, sea la huerta, sea el riego de las plantas, sea recoger la basura o todas esas actividades que dentro de la propuesta se planean para que contribuyan a ese cuidado. Cuando empiecen a contar toda esta maravilla que se da con las huertas, las familias se van enganchando y también se van a querer apropiar”, explicó la coordinadora del Centro Infantil Pan Miraflores, Margarita María Ramírez Zea.
Actualmente, Buen Comienzo desarrolla en más de 400 sedes la estrategia de huertas para sensibilizar acerca del cuidado y conservación del medio ambiente. Se trata de actividades pedagógicas sobre el autosostenimiento que generan aprendizajes en el ámbito nutricional, productivo y ecológico.
Allí, además de sembrar tomate, cilantro, rábano, lechuga, cebolla y frijol, se propicia que los menores entren en contacto con el ambiente natural, que observen la diversidad biológica y estimulen su curiosidad por los fenómenos naturales.
Las huertas urbanas son un aporte a la sostenibilidad ambiental y a procesos de seguridad alimentaria a través de la agricultura familiar o comunitaria. Todo esto suma a la consolidación de la ecociudad y a formas autosostenibles de economía a largo plazo.