Image: REUTERS/David Mercado
Escrito por
Jordi BotifollPresident, Cisco Latin America
Vivimos en la era de la digitalización. Las tabletas digitales están reemplazando a los libros, recibimos las noticias a través de alimentación de RSS en vez de periódicos, los “álbumes” se lanzan como archivos MP3 y dentro de poco los vehículos andarán por sí solos.
Sin embargo, al mismo tiempo, mucha gente no tiene suficiente comida para alimentarse, ni atención médica de confianza, ni una educación adecuada.
De hecho, los estudios demuestran que más de 250 millones de niños de entre aproximadamente 9 y 11 años no saben leer, escribir ni hacer cálculos matemáticos básicos.
En América Latina la brecha de educación es predominante, ya que la mayoría de los niños latinoamericanos no recibe una educación pertinente y de alta calidad.
Según Worldfund, aproximadamente 22,2 millones de niños y adolescentes en América Latina no van a la escuela o corren el riesgo de dejar la escuela cada año. El resultado es que demasiados jóvenes latinoamericanos que ingresan en el mercado de trabajo carecen de las habilidades necesarias para encontrar un trabajo digno y participar en una economía cada vez más competitiva, enriquecida por información y globalizada.
El activo competitivo más importante que tiene América Latina es su juventud. El uso de la tecnología para digitalizar la educación a lo largo de la región llevará a más innovación, inclusión social, creación de empleos y competitividad nacional.
Según analistas industriales, ya hay 150.000 puestos de empleo en información y tecnología (TIC) pero faltan trabajadores cualificados para ocuparlos. A su vez, la automatización está reemplazando rápidamente a los empleos que requieren trabajo manual no especializado.
Para tener éxito, los latinoamericanos tienen que aprender nuevas habilidades y competencias como el pensamiento crítico.
Aprender a hablar inglés es otra habilidad que los latinoamericanos deberían dominar, sin embargo, el país tiene una falta de profesores de inglés cualificados, y ni qué decir de profesores que pueden transmitir las habilidades técnicas que más se necesitan en esta nueva economía digital.
La solución: digitalizar la educación
Según School Connectivity for the 21st Century, Internet ofrece una oportunidad única para solucionar retos en las clases y mejorar la educación.
Digitalizar la educación tiene el poder de transmitirle a los alumnos las habilidades que necesitan para generar una fuerza de trabajo más preparada, crear empleos, y, por último, conseguir que las empresas latinoamericanas sean más competitivas en un mercado global.
Sin embargo, América Latina carece de la infraestructura de conectividad que hay en otras regiones. Según el Informe Global de Tecnología de la Información 2015, en una comparación entre 143 países sobre el uso e impacto de las tecnologías de comunicación e información, el país latinoamericano que se posicionó más alto fue Chile, en 38º lugar.
Ricardo Santos, líder de Educación Digital de Cisco América Latina ve cómo la educación digitalizada puede hacer una gran diferencia en esta región: “Sin la infraestructura técnica, uno limita el conocimiento que puede haber en su ciudad o en su barrio. La conectividad digital permite que uno busque información nueva, soluciones nuevas para resolver problemas. Los estudiantes latinoamericanos pueden tener acceso a los mejores profesores y a bases de datos en el mundo. Sin fronteras. Sin límites”.
Imaginen:
● Una clase en un pueblo rural en Uruguay donde los profesores alrededor del mundo aparecen en pantallas para enseñar un inglés perfecto.
● Un ex miembro de una pandilla en México que aprende habilidades informáticas y abre una empresa de consultoría lucrativa.
● Una mujer en Costa Rica que por fin puede empezar a alimentar a su familia porque el mercado para su pequeño negocio de artesanías se expandió rápidamente a través de una página web.
Todo esto está ocurriendo. Y el acceso a Internet hace que sea posible.