Con una multitudinaria concentración en La Plaza de la Libertad, los antioqueños enviaron mensajes de solidaridad a las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste, al tiempo que rechazaron la violencia que los golpea.
La concentración solidaria por las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste del departamento inició a las 4:00 p.m. en la Plaza de la Libertad. Allí se dieron cita miles de antioqueños vestidos con camisetas blancas, pañuelos, banderas y mensajes que pedían respeto por la misión médica, la movilidad, el derecho a la educación, al trabajo, a los mineros ancestrales y a la vida.
El emotivo acto estuvo acompañado del cántico constante de los asistentes quienes coreaban “no están solos, no están solos”, para que su mensaje llegara a las miles de personas que hoy padecen el paro armado de estructuras criminales como retaliación por la acción de la fuerza pública en contra de la minería ilegal.
Esta manifestación tenía cinco propósitos fundamentales: El rechazo a la violencia, la solidaridad con las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste, el respaldo a la misión médica y el respaldo a la misión médica, el apoyo a la fuerza pública y la no estigmatización de la minería.
Desde distintos municipios de Antioquia y la Casa de Antioquia en Bogotá, también llegaron mensajes de solidaridad con las comunidades afectadas y el compromiso de no dejarlos solos.
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, fue enfático en afirmar que aquí no hay estigmatización de los mineros, por el contrario, se busca su legalización. Precisamente, frente a este último propósito, manifestó que: “Aquí no hay estigmatización a los mineros, lo que queremos es formalizarlos, legalizarlos y que se conviertan no solo en recuperadores sino en protectores de las riquezas ambientales del Bajo Cauca y el Nordeste. Aquí hay mucho por hacer, pero hagámoslo unidos y evitemos que grupos al margen de la ley quieran pescar en río revuelto”, aseguró el mandatario.
A su vez, el gobernador reiteró que, según informaciones reconocidas por el Gobierno Nacional, el Clan del Golfo está involucrado en estos actos de violencia donde pagan entre 80 y 100 pesos para que participen de las acciones violentas y dijo que si hay otros actores las investigaciones lo dirán.
“Aquí hay intimidación, aquí hay chantaje, aquí hay pago, hay extorsión por parte de ese grupo ilegal y de otros que establezca las investigaciones”. Fue enfático en afirmar que las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste, están secuestradas por estos actores armados ilegales.
Representantes de diversas comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste de Colombia llegaron a la Plaza de la Libertad para denunciar la difícil situación que están atravesando debido al paro armado que ha dejado a miles de habitantes sin poder salir de sus casas, comerciantes sin poder abrir sus negocios y estudiantes sin poder ir a sus escuelas.
Bernardo Gutiérrez, representante de los mineros, expresó su preocupación por los niños y niñas escolares que no pueden ir a la escuela y los jóvenes que ven truncados sus sueños de una vida mejor para ellos y sus familias. El médico Luis Fernando Torres, por su parte, denunció la situación difícil que atraviesa el sector salud en estas zonas, ya que representa una agresión a la misión médica que debe ser cuidada, respetada y protegida.
Juan David Flores, en representación de las comunidades del Bajo Cauca, describió la cruda realidad que allí se vive. Las familias están encerradas, los comercios cerrados y no pueden operar, por lo que es esencial seguir apoyando las acciones que el gobernador viene desarrollando para que las comunidades puedan salir de esta crisis que están viviendo.
Desde distintos municipios de Antioquia y la Casa de Antioquia en Bogotá, también llegaron mensajes de solidaridad con las comunidades afectadas y el compromiso de no dejarlos solos. El gobernador invitó a todos los antioqueños a que este tipo de manifestaciones continúen hasta que se normalice la situación en estas subregiones.
La Gobernación de Antioquia anunció que continuarán las caravanas y los transportes helicópteros para abastecer a todas las comunidades. El balance después de 12 días de paro arroja 2 personas muertas, más de 15 heridas entre miembros de la fuerza pública y manifestantes, 2 ambulancias incineradas, un peaje destruido y miles de personas desabastecidas. Es esencial seguir trabajando juntos para encontrar una solución a esta situación que está afectando gravemente a las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste.