En 2024, la Gobernación de Antioquia, bajo el liderazgo del gobernador Andrés Julián, cumplió su compromiso de destinar el 100 % de los recursos del impuesto vehicular, más de 324 mil millones de pesos, a combatir el hambre en el departamento. Esta inversión histórica benefició a miles de antioqueños a través de programas integrales que abordaron la inseguridad alimentaria desde diferentes frentes.
El programa Arrullos Antioquia, liderado por la Primera Dama, Susana Ochoa Henao, llegó a 58 municipios, entregando 23 mil paquetes alimentarios y brindando atención integral a 11 mil familias con tamizajes nutricionales y encuentros educativos. Para 2025, la meta es ampliar la cobertura a 90 municipios y atender a 26 mil familias.
Además, el Plan de Choque contra la desnutrición infantil llevó asistencia médica y alimentaria a las zonas más alejadas del departamento, garantizando la atención oportuna a los niños en riesgo de desnutrición aguda.
En el ámbito educativo, más de 309 mil estudiantes de 116 municipios recibieron apoyo a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE), con un enfoque diferencial para las comunidades indígenas de Urabá y Bajo Cauca, respetando sus tradiciones alimentarias.
Asimismo, gracias a una alianza con la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ÁBACO), se recuperaron 295 toneladas de frutas y verduras, destinadas a centros día, parroquias y comedores comunitarios.
"Cuánto quisiéramos que Antioquia no volviera a perder ni una sola vida por esta tragedia. Los antioqueños tienen mi palabra de que persistiremos en esta causa", expresó el gobernador Andrés Julián, reafirmando su compromiso con la seguridad alimentaria en el departamento.
El impacto de estas acciones demuestra la importancia de una política pública enfocada en garantizar el derecho fundamental a la alimentación, construyendo un futuro más justo y equitativo para todos los antioqueños.