“Las cifras son contundentes. Estamos lejos de resolver los múltiples problemas asociados a las drogas ilícitas”, expresó la Ministra colombiana de Relaciones Exteriores en el 60º Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, en Viena.
La Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, reafirmó ante la Organización de las Naciones Unidas la necesidad de un nuevo enfoque para luchar contra el problema de las drogas.
“Las cifras son contundentes. Estamos lejos de resolver los múltiples problemas asociados a las drogas ilícitas”, declaró la Canciller en el segmento de alto nivel del 60º Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, en Viena.
La sesión de ministros fue encabezada por la Presidenta de la Comisión de Estupefacientes, Bente Angell-Hansen; el Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Yury Fedotov y la Directora Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan.
Al inicio de su intervención, la Canciller Holguín sostuvo que en el 2012 se cumplieron cien años de la Convención del Opio, que fue el primer Tratado internacional sobre drogas, con el que se intentaba controlar la producción y comercialización de la morfina e incluía también la cocaína.
“Ha pasado más de un siglo y seguimos en la misma batalla”, señaló y recordó que Colombia ha promovido la discusión internacional “seria, informada, discusión franca e incluyente, que analice y reenfoque las políticas de drogas, dados los frustrantes resultados globales y las fluctuaciones en los resultados nacionales”.
Indicó que el país ha enfrentado el problema de las drogas y pagado un alto precio para frenar el cultivo, la producción y el tráfico de narcóticos.
“Lamentablemente, nuestros grandes esfuerzos, sostenidos por décadas, así como los de muchos otros países, no han conducido a desmantelar el multimillonario negocio de las drogas ilícitas que todo lo corrompe y que muta con agilidad vertiginosa”, agregó.
La Ministra Holguín dijo que “haciendo un balance sincero, la comunidad internacional debe aceptar que está lejos, muy lejos, de eliminar o reducir las adicciones, la producción, el tráfico de sustancias ilícitas y el lavado de activos, como lo demuestran las cifras globales de Naciones Unidas”.
Advirtió también que dentro de un mes se cumplirá un año de la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU (UNGASS), que calificó como “un paso adelante” para actualizar y modernizar la política de drogas.
Expresó que este es el momento para implementar las recomendaciones de la UNGASS, que recoge el consenso más reciente de la comunidad internacional y el de más alto nivel, y que adopta el enfoque de las drogas como problema de salud pública y no un enfoque represivo.
La última reunión de UNGASS estaba programada para 2019, la fecha límite establecida en la Declaración Política y Plan de Acción de 2009 para lograr una reducción significativa o eliminar por completo la oferta y la demanda de drogas.
Sin embargo, en septiembre de 2012, los presidentes de Colombia, Guatemala y México hicieron un llamado a la ONU para que albergara una conferencia internacional sobre la reforma de las políticas de drogas y por ello la asamblea se realizó en Nueva York en abril del año pasado.
Cifras
La Canciller Holguín citó las siguientes cifras sobre el problema de las drogas:
• En el año 2008, había 210 millones de consumidores. En el año 2014 este número ascendió a 247 millones.
• En el 2009 fueron sembradas 162 mil hectáreas de coca en el mundo. En el 2014, descendió a 132.300, pero volvió a subir en los años siguientes.
En materia de sustancias sintéticas, considero alarmante el crecimiento de las llamadas Nuevas Sustancias Psicoactivas, ya que en 2009, 121 nuevas sustancias psicoactivas fueron reportadas por Gobiernos y la cifra se multiplicó seis veces hasta el año pasado, cuando los reportes alcanzaron 721 nuevas sustancias de laboratorio que están fuera de control.
La jefa de la diplomacia colombiana admitió que “lamentablemente Colombia no escapa a las tendencias mundiales en materia de drogas” y manifestó que “el consumo de sustancias sicotrópicas en el país está aumentando de manera considerable”.
Precisó que de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, entre 2008 y 2013 el porcentaje de personas que consumió alguna sustancia el último año ascendió del 2.6 al 3.6%.
Informó que para responder a la problemática del consumo, el Gobierno puso en marcha el ‘Plan Nacional de Promoción de la Salud, Prevención y Atención del Consumo de Drogas’, con enfoque de Salud Pública y Derechos Humanos.
Se refirió a la lucha de las autoridades colombianas contra el narcotráfico.
Indicó que en el 2015, la fuerza pública desmanteló 3.840 centros de infraestructura para la extracción de la base de coca y refinamiento de clorhidrato de cocaína y en el 2016 el número subió llegando a 4.900 laboratorios destruidos.
Además, en 2015 se incautaron 296 toneladas de cocaína y pasta de coca, y en 2016 un total de 421 toneladas; es decir, 125 toneladas más que en el año anterior.
Se refirió a la multiplicación del precio de la droga desde que sale de Colombia, pasa por Centroamérica y llega a Estados Unidos, Europa o Asia e incluso a las calles de las ciudades del mundo. “Ahí estamos viendo el tamaño del problema que tenemos”, puntualizó.
La Ministra afirmó que “luego de varios años de reducción sostenida, los cultivos de planta de coca aumentaron, desafortunadamente en el 2014 y 2015, en porcentajes relevantes que rondan el 40% en cada uno de estos años”.
Y agregó que “ante esta situación, las entidades del Estado colombiano han realizado un profundo análisis que arroja los resultados que resumo brevemente:
En primer lugar, la producción de clorhidrato de cocaína es cada vez más sofisticada, se optimizan los insumos y se requiere menos tiempo.
En segundo lugar, se ha detectado la incidencia creciente de carteles extranjeros, con enormes sumas de dinero para garantizar la compra de la hoja de coca, los precursores y las instalaciones.
Y en tercer lugar habló del Capítulo de Drogas del Acuerdo de Paz firmado en Colombia, y dijo que ante los beneficios previstos por la sustitución voluntaria de cultivos en la etapa del posconflicto, los campesinos colombianos están aumentando sus siembras con el fin de acceder a los recursos que el Estado ofrece.
“Esta estrategia nos pone frente a un horizonte mucho más promisorio”, aseguró.
Anotó que “la solución al problema de las drogas ilícitas, hace parte del Acuerdo, incluye de manera expresa el compromiso de los exmiembros de la guerrilla de romper todo nexo con el cultivo, la producción y el tráfico de sustancias ilícitas”.
Delegación de Colombia
La delegación colombiana en este Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas también la integra el Alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, que será el orador central del evento denominado: ‘El posconflicto en Colombia y las estrategias para abordar los cultivos ilícitos’.
Entretanto el Viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa del Ministerio de Justicia y del Derecho, Carlos Medina Ramírez, será expositor en dos eventos paralelos, uno sobre alternativas al encarcelamiento para personas con consumo problemático de sustancias psicoactivas que han infringido la ley, y sobre la descriminalización del consumo de drogas.