Cerrar la brecha de acueducto y alcantarillado en Urabá ha sido uno de los focos de trabajo de esta entidad de servicios públicos. Muestra de ello, es el innovador acueducto aéreo que se inauguró desde mediados de julio en Turbo.
Se trata de una estructura de más de seis kilómetros de extensión que brinda agua potable a 500 familias de los barrios El Progreso y El Pescador 1 y 2. La obra beneficia además a los integrantes de la Armada Nacional en esta localidad del mar Caribe.
Esta propuesta surgió debido a que las viviendas de estos barrios están construidas sobre zona de manglar, lo que se traduce en condiciones de inestabilidad y poca firmeza del terreno. Por lo tanto, en este sector no es posible instalar un acueducto de manera tradicional, es decir, con tubería enterrada.
Carlos Martínez, líder social del barrio Pescador 1, destacó los beneficios de la obra. "Ha sido de gran impacto para nuestras comunidades porque hacía 30 años estábamos sin el servicio de agua. Hoy, gracias a Dios, contamos con este suministro".
En un principio los beneficiarios se mostraron incrédulos ante el proyecto. "Cuando me dijeron que iban a poner el agua por el aire, yo decía: ¿pero cómo lo van a hacer?, ¡eso es imposible!", narró Ana Elvia Palacios, habitante del barrio Pescador 2.
Complacida, resaltó la manera como el acueducto mejoró su calidad de vida y la de sus vecinos. "Tengo 20 años de estar viviendo aquí y era muy duro. La tristeza que teníamos de ver que todos los barrios tenían agua, menos nosotros. No tengo cómo pagarles lo que han hecho por esta comunidad. Uno sin agua no es nadie", agregó.
Para ver de cerca los resultados de este proyecto y otros programas que adelanta la entidad en Urabá, la Junta Directiva de EPM visitó este territorio y se reunió con representantes de las comunidades impactadas.
"Urabá es estratégico para el departamento y el país. Es una región que llevamos todos dentro del corazón y que necesita desarrollo. Para poder lograrlo requiere de buenos servicios públicos. Es por esto, que EPM ha invertido aquí, buscando llevar progreso y contribuyendo a eliminar la pobreza", indicó Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín y presidente de la Junta Directiva de EPM.
Dentro del Modelo de Integración en el Territorio que el Grupo EPM desarrolla en Urabá, está el reto de acabar con la inequidad social en materia de agua potable y saneamiento básico.
"Este acueducto aéreo es un piloto que tenemos pensando replicarlo en otros municipios de Antioquia. Una vez terminemos de hacerle seguimiento y evaluar la estabilidad de todas las variables, comenzaremos con el proceso de llevarles también energía eléctrica y gas a estas comunidades, así como de posibilitar el tratamiento de las aguas residuales", explicó Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM.
Además de la innovación en los proyectos para que respondan a las condiciones del suelo y de las fuentes de agua en la región, la empresa lidera otras iniciativas como Obras por Impuestos, por un monto de $28,486 millones.
Entre estas intervenciones están la optimización del acueducto en Apartadó y el tanque de almacenamiento La Lucila II, así como la extensión del alcantarillado en el barrio Obrero de Turbo. Estos contratos, aún en ejecución, no afectarán la tarifa actual, un aspecto vital dado que el 76 % de la población atendida por Aguas Regionales de EPM, en estos municipios, corresponde a estratos 1 y 2.
Además, actualmente en Turbo se ejecutan más de $34.713 millones de Aportes Bajo Condición (ABC), recursos de la Nación que no impactan la tarifa. Otros proyectos como Distrito Sur y Optimización de Redes de Acueducto, cuya gestión técnica se desarrolla desde la filial Aguas Regionales, propiciará una mejoría en la cobertura y calidad de los servicios de acueducto y saneamiento.
"En Urabá, durante esta Administración hemos invertido una cifra histórica superior a los $200.000 millones de pesos", agregó Londoño De la Cuesta.
Adicionalmente, desde el programa Banco2, de la mano con Corpourabá, y con una inversión de $782 millones, EPM protege y restaura 941 hectáreas de cuatro cuencas hídricas, lo que beneficia a 86 familias.
Por Juan Sebastián Mora Eusse