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jueves, 23 de diciembre de 2021

Bello y Caldas: los nuevos municipios con alarma comunitaria en el Valle de Aburrá

Las dos nuevas alarmas benefician a las comunidades de Potrerito en Bello y La Chuscala en Caldas.

Ya son 23 las comunidades que cuentan con alarma comunitaria instaladas por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y ejecutadas por el Proyecto SIATA en los diez municipios del territorio. Otras tres están en proceso de instalación.

Los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios SATC- son una iniciativa ciudadana, que nació ante la necesidad de prepararse por una posible materialización de inundaciones por las quebradas aledañas a las comunidades donde han sido instaladas.​

Felices se encuentran los habitantes de las veredas Potrerito (Bello) y La Chuscala Caldas), luego de conocer la decisión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y su Proyecto SIATA de ser las dos nuevas comunidades beneficiadas con la instalación de alarmas comunitarias en la subregión metropolitana.

De manera particular, la instalación de la alarma en el sector de Potrerito, en jurisdicción del municipio de Bello, fue producto del hecho ocurrido el pasado 26 de junio de 2021, cuando se presentó una avenida torrencial, que dejó numerosas familias afectadas, tres personas muertas y dos heridas. Desde este suceso, el equipo de gestión de riesgos de la Alcaldía de Bello, gestionó ante el Área Metropolitana del Valle de Aburrá la ubicación de una alarma comunitaria. Con la decisión de instalarla, se dio cumplimiento a la Ley 1523 de Gestión del Riesgo, la cual estipula que los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios -SATC- se crean para disminuir impactos ambientales, sociales y económicos, y salvaguardar vidas.

Los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios -SATC no solo generan alerta en la comunidad cuando hay una emergencia o evento de riesgo, sino que también dan confianza y calma en el sector, puesto que, ahora las comunidades de Potreritos, La Chuscala y de otros 24 sectores del Valle de Aburrá son monitoreadas 24/7 por el Proyecto SIATA, cuyo recurso humano trabaja de forma ardua para mantener seguros y a salvo a todos los habitantes metropolitanos.

“Los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios -SATC- reconocen al ciudadano como protagonista de la gestión del riesgo en el territorio. El SIATA se vincula como herramienta para entregar información oportuna y eficaz a comunidades en situación de vulnerabilidad”, dijo la Subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Diana María Montoya Velilla.


Surgieron en 2015 como una iniciativa ciudadana en el corregimiento San Antonio de Prado, zona rural del municipio de Medellín. Esta primera alarma comunitaria se instaló ante la necesidad de la comunidad de prepararse por una posible materialización de inundaciones por las quebradas aledañas. Los resultados fueron tan exitosos, que llevaron al SIATA, un Proyecto de ciencia, tecnología e innovación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a extenderlo a todos los municipios del territorio metropolitano, como una manera de atender los eventos de gestión de riesgos.

En el Valle de Aburrá existen 26 SATC, de estos 23 cuentan con alarma instalada. Otros tres procesos más están en ejecución en Medellín: uno en Santa Lucía en el barrio Caicedo y dos en la vereda el Salado de San Antonio de Prado.  

Gracias a las alarmas instaladas, entre enero y octubre de 2021 se han realizado 254 informes y 29 activaciones de sirenas. Además, se han generado 246 llamadas a comunidades (31 en Medellín) y 307 llamados por aumento de nivel del río Aburrá y otras cuencas hidrográficas. Del total de llamadas, 154 han sido reportes hechos en Medellín.

Existen cuatro componentes que, desde el Proyecto SIATA se articulan con los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios -SATC-.

Conocimiento del riesgo de desastres: además de contar con información de estudios y cuantificación de estos, desde el proyecto se propende porque los habitantes reconozcan sus amenazas y riesgos, e identifiquen elementos expuestos que podrían afectarse por inundaciones o avenidas torrenciales. 

Detección, monitoreo, análisis y pronóstico: a través de un equipo interdisciplinar se identifican las amenazas y sus posibles consecuencias, apoyados en la tecnología, y un equipo que monitorea 24/7 las quebradas y ríos, entre otras variables ambientales. Asimismo, articulando procesos comunitarios y actores relacionados a la gestión del riesgo.

Comunicación y diseminación de las alertas que permiten desarrollar acciones de respuesta a tiempo y precisas. Para este proceso se cuenta con un equipo Operacional, que realiza las alertas a través de diferentes medios y en constante relacionamiento con la comunidad y actores relacionados a la gestión del riesgo, a través de llamadas telefónicas, WhatsApp, geoportal y app. 

Capacidad de respuesta y preparación: constante comunicación y articulación en momentos de materialización de las amenazas con actores clave. Además de contar con comunidades preparadas y organizadas para actuar ante la ocurrencia de la emergencia.

Una invitación a la ciudadanía: en caso de conocer algún evento de riesgo en el Valle de Aburrá, no dude en comunicarse con a las líneas de atención de cada uno de los diez municipios del territorio metropolitano, los cuales anexamos:


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