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viernes, 27 de mayo de 2016

Madres adolescentes tienden a vivir en condiciones más vulnerables

Las mujeres que tuvieron hijos entre los 15 y 19 años reportan trabajos de peor calidad, mayor inestabilidad en el ámbito matrimonial y una alta probabilidad de ser víctimas de violencia doméstica.

Así lo confirmó un estudio en el que participó Piedad Urdinola, profesora del Departamento de Estadística de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien analizó el estilo de vida después de los 30 años, de las mujeres que fueron madres adolescentes.

Para esto, se escogieron mujeres nacidas entre 1964 y 1979, 12.469 fueron madres entre los 15 y 19 años, también fueron comparadas con un grupo de 12.113 mujeres madres entre los 18 y 21 años.

La motivación del estudio surgió al ver que la tasa de fecundidad adolescente en Colombia está creciendo de manera inusual, mientras que en mujeres de otras edades está cifra disminuye.

En 1986, 70.000 mujeres jóvenes estaban embarazadas, mientras que para 2010 el número aumentó a 80, una tendencia que se mantiene.

“A excepción de las adolescentes, los otros grupos de edades presenta disminución en la tasa de fecundidad. Esto es inusual porque cuando la fecundidad cae, lo normal es que sea así para todos los grupos. En las mujeres jóvenes, por el contrario, tiende a aumentar”, explicó la docente Urdinola.

Para el análisis fueron utilizados los datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud entre 1990 y 2010, y se separaron las mujeres por grupos de edades para hacer la comparación.

En el primer grupo estaban las mujeres madres entre los 18 y 19 años, en contraste con las de 20 y 21 años. Luego, las que tenían entre 15 y 17, en comparación con las de 18 y 19. Y, por último, se contrastó entre las que tenían 15 y 17 con las de 20 y 22 años.

En primer lugar, se analizó la calidad de trabajo que tenían después de cumplir los 30 años, dividido en trabajo formal, es decir, con acceso a pensión o contratistas que contaran con educación universitaria; e informales, que incluían empleadas domésticas, agricultoras y trabajadoras familiares.

De esta manera, las mujeres que fueron madres entre los 15 y 17 años tienen una probabilidad menor (-116 %) de encontrar mejores trabajos. Asimismo, se evidenció que la calidad del trabajo de sus compañeros también disminuye.

En el estudio, también se investigó cómo estaban las mujeres en el mercado matrimonial. “Las madres adolescentes en América Latina, pueden volver a casarse, incluso hasta cuatro veces, así que consultamos si habían cambiado de compañero sentimental en múltiples ocasiones porque esto puede representar inestabilidad”, señaló la investigadora.

Respecto a esto, el 87 % de las madres jóvenes entre 18 y 19 años tiene mayor inestabilidad matrimonial, que quienes fueron madres entre los 20 y 21 años.

Se evidenció, además, que las mujeres que tuvieron sus bebés entre los 15 y 17 años tienen un 97 % de probabilidad de ser víctimas de violencia doméstica severa, es decir, amenazas con armas de fuego o cortopunzantes, patadas, mordeduras, quemaduras o agresiones que pusieron en riesgo su vida.

Por último, el 19 % de las madres más jóvenes presentan mayores tasas de mortalidad para sus bebés. “Probablemente esto se presenta porque no se cumplen los cuidados de los controles prenatales, ni los que se deben tener en los primeros años de vida del niño. Es necesario que se dé un acompañamiento médico, pero también psicológico”, añadió la docente.

En el estudio, publicado en la revista científica Demographic Research, también participó Carlos Ospino, estudiante de doctorado de la Universidad de los Andes.

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