Páginas

martes, 26 de junio de 2018

El Volador, un refugio ambiental en medio de la ciudad

La Alcaldía de Medellín adelanta diferentes acciones en este referente ambiental de la ciudad. Se busca mejorar el lugar y que los ciudadanos puedan disfrutar de este “pulmón verde”, en especial en esta temporada de vacaciones de mitad de año.




A través de actividades habituales como atención y orientación a visitantes, caminantes y turistas, apoyo a funcionarios de diferentes entidades o dependencias del Municipio, respuesta a solicitudes o requerimientos de la ciudadanía, y activación primaria del plan de emergencias en caso de incendio forestal o conato, la Secretaría de Medio Ambiente, protege, cuida y proyecta el Cerro El Volador.
Así mismo se desarrolla apoyo en el control y vigilancia mediante recorridos por los senderos ecológicos, sectores y diferentes zonas aledañas al cerro, para reportar puntos críticos de disposición inadecuada de residuos sólidos, desmontar cambuches y/o viviendas temporales, e identificar árboles en riesgo.
De igual manera, se hace mantenimiento constante de jardines, zonas verdes y senderos, así como manutención básica a la infraestructura y reparaciones locativas menores.
La formulación e implementación del PMIRS (Plan de Manejo Integral de Residuos Sólidos) es otra de las actividades constantes en este espacio, en el que se aprovechan los  residuos orgánicos no cocidos en el sistema de compostaje tipo paca, de los cuales se obtiene compost para usar en los jardines.

Mariposario y vivero, con sentido natural
La construcción y dinamización del mariposario abierto, con alrededor de 74 especies de mariposas que indican un estado óptimo de las condiciones ambientales en las que se encuentra el cerro, y la instalación allí del Vivero pedagógico, son otros de los dinamismos que la Alcaldía de Medellín ha adelantado en el Cerro El Volador.
El  Mariposario abierto, único en la ciudad, se creó con el objetivo de educar a los visitantes en el amor y el respeto por la vida, y así encaminar a los niños, jóvenes y  adultos en proyectos de educación ambiental.
El vivero es un conjunto de instalaciones que tiene como propósito fundamental la producción de plantas. Éste constituye el mejor medio para seleccionar, producir y propagar especies de manera masiva.
Es un espacio destinado a la propagación de matas que, de una u otra forma, fortalecen el sentido del lugar, como una zona para atraer mariposas y convertirse en un referente con actividades pedagógicas orientadas a dicha función.
El vivero cumple su función técnica como espacio para la germinación y crecimiento de semillas, pero funciona de forma principal como un espacio educativo en el que se pueden observar los diferentes pasos para el cultivo de plantas funcionales.
Conocer, cuidar y apreciar
La instalación de un meliponario para la crianza de abejas meliponas o abejas sin aguijón y módulos interpretativos de biodiversidad que resaltan temas sobre polinización, dispersores de semillas y biocontroladores, así como la importancia dentro del ecosistema, es otra de las acciones desarrolladas.
Esto se hace con un énfasis en las especies de animales que habitan el Valle de Aburrá, para conocerlas e identificarlas, y de esta manera brindarles el cuidado indispensable para que puedan ejecutar su función intrínseca dentro del ecosistema, al involucrar además actividades lúdicas, pedagógicas y artísticas, que buscan conectar a la ciudadanía con la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.
El módulo jardín nectario, réplica de un colibrí, se hizo porque Colombia es uno de los países más diversos en flora y fauna, es la nación con mayor diversidad de aves en el mundo, más de 19.001 especies embellecen los cielos del territorio colombiano, y debido a esta posición privilegiada, se vio necesario mostrar esta especies hermosa e impresionante que habita el territorio colombiano.
El colibrí es de una familia muy diversa, además de sus plumas brillantes, sus picos delgados de formas variadas, su veloz vuelo y su gran capacidad de permanecer suspendido en el aire, cumple un papel fundamental en la polinización,  incluso hay plantas que solo existen gracias a la capacidad única que tienen ciertos colibríes de polinizarlas.
Conociendo su gran importancia dentro de los servicios ecosistémicos se construyó un jardín de flores diversas para dar a conocer a la ciudadanía que los colibríes, como otros animales, embellecen día a día la ciudad y el área metropolitana.
En este módulo se construyó una réplica a escala de la planta platanillo, así como también de uno de sus visitantes florales, el colibrí colita café, con información que de manera clara da a conocer la importancia de las aves en el territorio.

El valor de los detalles
El módulo jardín hospederas es un paso al conocimiento creado para valorar la importancia de lo más pequeño. El lugar acerca al público al diminuto e indispensable mundo de los insectos.
Esta construcción de jardines en lugares estratégicos, en medio de la ciudad, permite que diversos insectos y aves encuentren un refugio en el que puedan cumplir con su ciclo biológico.
Se trata de un aspecto estético y al mismo tiempo aprovechable para estos individuos que por el desconocimiento de su importancia y del gran aporte que hacen al ecosistema, hace que en muchas ocasiones su permanencia en lugares específicos se vea amenazada.
La instalación de estos módulos y de los jardines permite en gran medida conservar y mejorar la calidad del ambiente, y de esta manera atraer a muchas más especies de polinizadores, para que la comunidad aprenda a maravillarse con su presencia.
Este módulo posee un espacio informativo e interactivo para el visitante, donde encontrará datos curiosos acerca de los polinizadores como las abejas, murciélagos, aves y algunos mamíferos presentes en la ciudad.
Se trata de una estructura para convocar al ciudadano a reconocer la importancia de las plantas hospederas y nutritivas de algunos visitantes florales de la ciudad.
El módulo también tiene un espacio en forma de cubo cuya principal función es que los visitantes conozcan un poco más acerca del curioso mundo de las abejas, y de esta manera puedan adherirse a campañas de cuidado y conservación de este valioso insecto.

Biodiversidad en el cerro
Colombia es un país privilegiado por sus riquezas naturales, por la variedad y belleza de su geografía, además de la diversidad de sus ecosistemas. Dentro de esta gran biodiversidad se encuentran aproximadamente 3.800 especies de mariposas.
En Medellín existen 144  especies de mariposas pertenecientes a dos familias, muchas de ellas presentes en El Volador, por eso el personal de la Secretaría de Medio Ambiente cuida este espacio con permanentes recorridos por los diferentes senderos, la cima, la vía circunvalar, los módulos interpretativos, el vivero pedagógico, el meliponario y las zonas aledañas a este importante pulmón verde de ciudad.
Allí se realizan talleres sobre el cuidado del lugar y el manejo de mascotas, así como tomas pedagógicas y recreativas junto a la comunidad de la zona de influencia, además de recorridos guiados a visitantes y turistas, entre otras actividades permanentes sobre atención a usuarios.

Igualmente se llevan a cabo diagnósticos de los árboles en riesgo, su poda, tala y chipiado, y la reforestación de las áreas afectadas por los incendios de los últimos años a través de jornadas de la siembra de más de 25.000 árboles.
“El Cerro Volador es una de las áreas protegidas urbanas, es un parque natural regional metropolitano que tiene categoría de conservación pero que permite el ingreso y disfrute de las personas como zona de recreación. Lo que buscamos con las actividades en el Cerro El Volador además de proteger el ecosistema, es que las personas disfruten y aprendan sobre manejo ambiental y sobre mariposas, colibríes, abejas y árboles”, señaló María Cristina Velázquez Bernal, subsecretaria de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Medio Ambiente.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario