El Área Metropolitana del Valle de Aburrá lidera el programa de voluntariado ambiental Cuidá, una iniciativa ciudadana que ha involucrado a 1.900 niños y niñas en la gestión del riesgo de desastres en la región. Este programa, que tiene 18 años de trayectoria, cuenta con 196 grupos ciudadanos que se dedican a gestionar el riesgo y proteger la vida de las comunidades a través del voluntariado ambiental.
Uno de los aspectos destacados del programa es la integración de 50 grupos con semilleros infantiles, donde se promueve la educación y la cultura ambiental entre los niños. Estos pequeños voluntarios participan activamente en actividades de monitoreo y control preventivo de escenarios de riesgo y cambio climático en su entorno, con el objetivo de proteger la vida y el medio ambiente.
En el municipio de Bello, en el barrio Paris, los niños y adultos del grupo Cuidá trabajan en la gestión del riesgo por avenida torrencial, protegiendo la cuenca de la quebrada La Loca. Patricia Moná, Coordinadora del Cuidá en este sector, destaca el trabajo conjunto con los niños y se enorgullece de los logros alcanzados en la minimización de riesgos en su territorio.
Los semilleros, integrados por niños y niñas de 0 a 14 años, desempeñan un papel fundamental en el programa Cuidá al promover una cultura de protección y amor por el medio ambiente desde temprana edad. Además, estos semilleros contribuyen a la permanencia en el tiempo del programa, ya que muchos de los niños que participaron en el pasado ahora son adultos activos en el voluntariado.
Luz Jeannette Mejía Chavarriaga, Líder de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, destaca la importancia de fortalecer el conocimiento de los voluntarios y proporcionarles herramientas para que puedan identificar escenarios críticos y reaccionar de manera efectiva ante posibles desastres.
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