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jueves, 17 de mayo de 2018

Sabía que en la Plaza de Cayzedo, usted puede tomar un libro, llevárselo y traer otro

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Mientras ejercía su labor de reciclaje en el centro de Cali, Duberney Toconás se encontró un lote de 83 libros usados. Estaban colocados uno tras otro en dos cabinas telefónicas, ubicadas en la esquina de la carrera 4 con calle 12, en la Plaza de Cayzedo.

Cuando comenzó a empacarlos en su costal, se percató de que los presentes lo miraban de manera extraña. Hizo una pausa y dijo: “¡Qué! ¿son de ustedes o qué?” – A lo que Andrés Felipe, un estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Buenaventura, le respondió amablemente: “No, son de todos los caleños”.

“Venga le explicamos”, le dijo Adriana Mendoza una profesora de dicha facultad en la que dicta la cátedra arte y contexto.

En su aclaración, la docente le contó a Duberney que los jóvenes de esta universidad están presentando, como proyecto de grado, un ejercicio consistente en dejar libros en espacios públicos de la ciudad para que la gente los lea; si se los quieren llevar, lo pueden hacer, pero el compromiso es traer uno de su casa para reponer el que sacaron. Se denomina ‘Libros libres’.

Este experimento ya está en Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y Europa. En Colombia, Cali es la ciudad pionera en unirse a esta iniciativa con el apoyo de la Alcaldía de Cali, las Empresas Municipales de Cali, Emcali y el Instituto Departamental de Bellas Artes.

La directora de la Red de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura de Cali, María Dolores Martínez, destacó la labor del grupo de estudiantes que viene haciendo prácticas académicas sobre espacio público, convivencia y reutilización de elementos, por lo que se les apoyó con la promoción de la iniciativa en cuatro puntos de la ciudad: la Plaza de Cayzedo, utilizando las cabinas telefónicas como depositario de libros; la Biblioteca del Deporte, ubicada en el estadio Pascual Guerrero; el Instituto de Bellas Artes y la Biblioteca del barrio El Pondaje, en la comuna 13.

Un gran complemento al fomento del hábito de la lectura y la cultura ciudadana es la Policía Metropolitana de Santiago de Cali, con su programa ‘Poli Lee’, una iniciativa del subintendente Andrés Córdoba, quien manifiesta que no se sentía cómodo estando sentado en una radio patrulla en la Plaza de Cayzedo, por lo que les solicitó a los mandos superiores acondicionar un CAI Móvil y transformarlo en un vehículo biblioteca para hacer vigilancia, control y al mismo tiempo instruir y recrear.

“Ya tengo en el CAI 500 libros. La gente se arrima, lee y comparte, aunque al principio las personas se sorprenden, toman confianza y vienen habitualmente a desestresarse. Viene toda clase de público: magistrados de la corte, indigentes, vendedores ambulantes y transeúntes. Está abierto de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., de lunes a viernes. Los fines de semana vamos al Bulevar del Río, a la Ermita y a la colina de San Antonio. Ha sido un éxito”, sostuvo el Subintendente Córdoba.

Óscar Valencia, habitante del barrio Las Camelias, se encontró con el programa ‘Libros libres’ y catalogó la iniciativa como positiva por promover la cultura de la lectura. “Son campañas que orientan a niños y jóvenes para que lean y a través del libro se transporten por el mundo, adquieran conocimientos y sean hombres de bien”, manifestó el ciudadano.

Lo mismo opina Jarvi Valencia, del barrio Nueva Floresta, quien afirmó que “seré un promotor de la campaña porque es algo que fomenta las buenas costumbres, es algo muy original y excelente porque Cali necesita educar a su gente y sembrar la cultura de responsabilidad, la seriedad y acabar con la corrupción”.

Y agregó: “Leer es algo contagioso”, si no cree, mire”, y señaló con su dedo índice al reciclador Duberney Toconás, quien estaba absorto leyendo ‘Crimen y Castigo’ recostado en una de las palmas zanconas que engalanan la Plaza de Joaquín de Cayzedo y Cuero.

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