Comunicado Conjunto # 93
Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP anunciamos que hemos llegado a un Acuerdo Final, integral y definitivo, sobre la totalidad de los puntos de la Agenda del Acuerdo General para la Terminaci贸n del Conflicto y la Construcci贸n de una Paz Estable y Duradera en Colombia.
PRE脕MBULO
Recordando que los di谩logos de La Habana entre delegados y delegadas del Gobierno Nacional, presidido por el Presidente Juan Manuel Santos y delegados y delegadas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ej茅rcito del Pueblo, con la decisi贸n mutua de poner fin al conflicto armado nacional, tuvieron origen como resultado del Encuentro Exploratorio sucedido en la capital de la Rep煤blica de Cuba entre el d铆a 23 de febrero y el d铆a 26 de agosto de 2012;
Teniendo presente que como resultado de los di谩logos exploratorios referidos se produjo un Acuerdo General para la Terminaci贸n del Conflicto y la Construcci贸n de una Paz Estable y Duradera, firmado en la fecha 煤ltima citada ante testigos nacionales y ante delegados de la Rep煤blica de Cuba y del Reino de Noruega que sirvieron igualmente como testigos, y que, desde entonces, asienten el proceso como pa铆ses garantes;
Poniendo de presente que la Rep煤blica Bolivariana de Venezuela y la Rep煤blica de Chile se han aprestado en todo momento a sus buenos oficios como pa铆ses acompa帽antes;
Recordando que en desarrollo de la agenda aprobada en el Acuerdo en menci贸n se dio inicio a la Mesa de Conversaciones el d铆a 18 de octubre de 2012 en la ciudad de Oslo, capital del Reino de Noruega, para luego continuar en la capital cubana sin soluci贸n de continuidad hasta el d铆a de hoy que se firma el Acuerdo Final para la Terminaci贸n del Conflicto y la Construcci贸n de una Paz Estable y Duradera;
Subrayando que el Acuerdo Final que se suscribe en la fecha corresponde a la libre manifestaci贸n de la voluntad del Gobierno Nacional y de las FARC-EP, al haber obrado de buena fe y con la plena intenci贸n de cumplir lo acordado;
Teniendo presente que el Art铆culo 22 de la Constituci贸n Pol铆tica de la Rep煤blica de Colombia impone la paz como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento; que el Art铆culo 95 afirma que la calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional por lo que es deber de todos engrandecerla y dignificarla; que el ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Constituci贸n implica responsabilidades, entre ellas, propender al logro y mantenimiento de la paz;
Subrayando que la paz ha venido siendo calificada universalmente como un derecho humano, y requisito necesario para el ejercicio de todos los dem谩s derechos y deberes de las personas y la ciudadan铆a;
Poniendo de presente que el Acuerdo Final recoge todos y cada uno de los acuerdos alcanzados sobre la Agenda del Acuerdo General suscrito en La Habana en agosto de 2012; y que para alcanzarlo el Gobierno Nacional y las FARC-EP siempre y en cada momento nos ce帽imos al esp铆ritu y respeto de la Constituci贸n Nacional, de los principios del Derecho Internacional, del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional Humanitario (Convenios y Protocolos), de lo mandado por el Estatuto de Roma (Derecho Internacional Penal), de los fallos proferidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativos a los conflictos y su terminaci贸n, y dem谩s sentencias de competencias reconocidas universalmente y pronunciamientos de autoridad relativos a los temas suscritos;
Recordando que el Art铆culo 94 manifiesta que “la enunciaci贸n de los derechos y garant铆as contenidos en la Constituci贸n y en los convenios internacionales vigentes, no debe entenderse como negaci贸n de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos”, que los tratados sobre derechos humanos, aprobados por el Congreso, y que no pueden ser suspendidos ni siquiera durante los estados de excepci贸n, prevalecen en el orden interno;
Poniendo en consideraci贸n que la suma de los acuerdos que conforman el Acuerdo Final contribuyen a la satisfacci贸n de derechos fundamentales como son los derechos pol铆ticos, sociales, econ贸micos y culturales, y los derechos de las v铆ctimas del conflicto a la verdad, la justicia y la reparaci贸n, el derecho de los ni帽os, ni帽as y adolescentes, el derecho fundamental de la seguridad jur铆dica individual o colectiva y la seguridad f铆sica, y el derecho fundamental de cada individuo en particular y de la sociedad sin distingos en general, a la no repetici贸n de la tragedia del conflicto armado interno que con el presente Acuerdo se propone superar;
Subrayando que el Acuerdo Final presta especial atenci贸n a los derechos fundamentales de las mujeres, los de los grupos sociales vulnerables como son los pueblos ind铆genas, las ni帽as, ni帽os y adolescentes, las comunidades afrodescendientes y otros grupos 茅tnicamente diferenciados; los derechos fundamentales de los campesinos y campesinas, los derechos esenciales de las personas en condici贸n de discapacidad y de los desplazados por razones del conflicto; los derechos fundamentales de las personas adultas mayores y de la poblaci贸n LGBTI;
Considerando que a juicio del Gobierno Nacional las transformaciones que conlleva la implementaci贸n del presente Acuerdo deben contribuir a reversar los efectos del conflicto y a cambiar las condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio; y que a juicio de las FARC-EP dichas transformaciones deben contribuir a solucionar las causas hist贸ricas del conflicto, como la cuesti贸n no resuelta de la propiedad sobre la tierra y particularmente su concentraci贸n, la exclusi贸n del campesinado y el atraso de las comunidades rurales, que afecta especialmente a las mujeres, ni帽as y ni帽os.
Valorando y exaltando que el eje central de la paz es impulsar la presencia y la acci贸n eficaz del Estado en todo el territorio nacional, en especial en m煤ltiples regiones doblegadas hoy por el abandono, por la carencia de una funci贸n p煤blica eficaz, y por los efectos del mismo conflicto armado interno; que es meta esencial de la reconciliaci贸n nacional la construcci贸n de un nuevo paradigma de desarrollo y bienestar territorial para beneficio de amplios sectores de la poblaci贸n hasta ahora v铆ctima de la exclusi贸n y la desesperanza;
Reconociendo los derechos de la sociedad a una seguridad humana integral con participaci贸n de las autoridades civiles;
Exaltando y consagrando la justicia prospectiva en tanto reconoce derechos fundamentales esenciales para las nuevas y futuras generaciones como son el derecho a una tierra preservada, el derecho a la preservaci贸n de la especie humana, el derecho a conocer sus or铆genes y su identidad, el derecho a la exenci贸n de responsabilidades por las acciones cometidas por las generaciones precedentes, el derecho a la preservaci贸n de la libertad de opci贸n, y otros derechos, sin perjuicio de los derechos de las v铆ctimas a la verdad, la justicia y la reparaci贸n;
Recordando que el pasado 23 de junio del a帽o en curso, las Delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP suscribieron en la capital cubana los acuerdos de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejaci贸n de las Armas y Garant铆as de Seguridad, en presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la Rep煤blica de Cuba, del Secretario General de Naciones Unidas, del Presidente de la Asamblea General de la ONU, del Presidente del Consejo de Seguridad de la misma organizaci贸n, del Ministro de Relaciones Exteriores del Reino de Noruega, de los Jefes de Estado de los pa铆ses acompa帽antes, de Jefes de Gobierno de pa铆ses de la regi贸n, del Enviado Especial de los Estados Unidos de Am茅rica y del Representante Especial de la Uni贸n Europea;
Aceptando que las normas de derecho internacional consuetudinario continuar谩n rigiendo las cuestiones relacionadas con derechos fundamentales no mencionados en el Acuerdo Final, incluyendo el mandato imperativo que ordena que “en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona humana queda bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de la exigencias de la conciencia p煤blica”;
Reconociendo el mandato constitucional que afirma que corresponde al Presidente de la Rep煤blica como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa convenir y ratificar acuerdos de paz;
El Gobierno de la Rep煤blica de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ej茅rcito del Pueblo, hemos acordado:
Suscribir el presente Acuerdo Final para la Terminaci贸n del Conflicto y la Construcci贸n de una Paz Estable y Duradera, cuya ejecuci贸n pondr谩 fin de manera definitiva a un conflicto armado de m谩s de cincuenta a帽os y que a continuaci贸n se consigna.
El presente Acuerdo Final para la terminaci贸n del conflicto y la construcci贸n de una paz estable y duradera se suscribe por el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ej茅rcito del Pueblo (FARC-EP), como Acuerdo Especial en los t茅rminos del art铆culo 3 com煤n a los Convenios de Ginebra de 1949.
El Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ej茅rcito del Pueblo (FARC-EP), firman siete originales incluidos sus anexos, uno para cada una de las partes, uno para cada uno de los pa铆ses garantes y uno para cada uno de los pa铆ses acompa帽antes. El s茅ptimo ejemplar original se depositar谩 inmediatamente tras su firma, ante el Consejo Federal Suizo en Berna o ante el organismo que lo sustituya en el futuro como depositario de las Convenciones de Ginebra.
INTRODUCCI脫N
Luego de un enfrentamiento de m谩s de medio siglo de duraci贸n, el Gobierno Nacional y las FARC-EP hemos acordado poner fin de manera definitiva al conflicto armado interno.
La terminaci贸n de la confrontaci贸n armada significar谩, en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto. Son millones los colombianos y colombianas v铆ctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los desaparecidos de toda 铆ndole, sin olvidar el amplio n煤mero de poblaciones que han sido afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio, incluyendo mujeres, ni帽os, ni帽as y adolescentes, comunidades campesinas, ind铆genas, afrocolombianas, negras, palenqueras, raizales y rom, partidos pol铆ticos, movimientos sociales y sindicales, gremios econ贸micos, entre otros. No queremos que haya una v铆ctima m谩s en Colombia.
En segundo lugar, el fin del conflicto supondr谩 la apertura de un nuevo cap铆tulo de nuestra historia. Se trata de dar inicio a una fase de transici贸n que contribuya a una mayor integraci贸n de nuestros territorios, una mayor inclusi贸n social -en especial de quienes han vivido al margen del desarrollo y han padecido el conflicto- y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional y asegure que los conflictos sociales se tramiten por las v铆as institucionales, con plenas garant铆as para quienes participen en pol铆tica.
Se trata de construir una paz estable y duradera, con la participaci贸n de todos los colombianos y colombianas. Con ese prop贸sito, el de poner fin de una vez y para siempre a los ciclos hist贸ricos de violencia y sentar las bases de la paz, acordamos los puntos de la Agenda del Acuerdo General de agosto de 2012, que desarrolla el presente Acuerdo.
El Acuerdo est谩 compuesto de una serie de acuerdos, que sin embargo constituyen un todo indisoluble, porque est谩n permeados por un mismo enfoque de derechos, para que las medidas aqu铆 acordadas contribuyan a la materializaci贸n de los derechos constitucionales de los colombianos; por un mismo enfoque diferencial y de g茅nero, para asegurar que la implementaci贸n se haga teniendo en cuenta la diversidad de g茅nero, 茅tnica y cultural, y que se adopten medidas para las poblaciones y los colectivos m谩s humildes y m谩s vulnerables, en especial los ni帽os y las ni帽as, las mujeres, las personas en condici贸n de discapacidad y las v铆ctimas; y en especial por un mismo enfoque territorial.
El enfoque territorial del Acuerdo supone reconocer y tener en cuenta las necesidades, caracter铆sticas y particularidades econ贸micas, culturales y sociales de los territorios y las comunidades, garantizando la sostenibilidad socio-ambiental; y procurar implementar las diferentes medidas de manera integral y coordinada, con la participaci贸n activa de la ciudadan铆a. La implementaci贸n se har谩 desde las regiones y territorios y con la participaci贸n de las autoridades territoriales y los diferentes sectores de la sociedad.
La participaci贸n ciudadana es el fundamento de todos los acuerdos que constituyen el Acuerdo Final. Participaci贸n en general de la sociedad en la construcci贸n de la paz y participaci贸n en particular en la planeaci贸n, la ejecuci贸n y el seguimiento a los planes y programas en los territorios, que es adem谩s una garant铆a de transparencia.
Adem谩s, la participaci贸n y el di谩logo entre los diferentes sectores de la sociedad contribuyen a la construcci贸n de confianza y a la promoci贸n de una cultura de tolerancia, respeto y convivencia en general, que es un objetivo de todos los acuerdos. D茅cadas de conflicto han abierto brechas de desconfianza al interior de la sociedad, en especial en los territorios m谩s afectados por el conflicto. Para romper esas barreras se requiere abrir espacios para la participaci贸n ciudadana m谩s variada y espacios que promuevan el reconocimiento de las v铆ctimas, el reconocimiento y establecimiento de responsabilidades, y en general, el reconocimiento por parte de toda la sociedad de lo ocurrido y de la necesidad de aprovechar la oportunidad de la paz.
Por lo anterior, el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, con el 谩nimo de consolidar a煤n m谩s las bases sobre las que edificar谩 la paz y la reconciliaci贸n nacional, una vez realizado el plebiscito, convocar谩n a todos los partidos, movimientos pol铆ticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del pa铆s a concertar un gran ACUERDO POL脥TICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia pol铆tica y social.
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El Acuerdo Final contiene los siguientes puntos, con sus correspondientes acuerdos, que pretenden contribuir a las transformaciones necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera.
El Punto 1 contiene el acuerdo “Reforma Rural Integral”, que contribuir谩 a la transformaci贸n estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la poblaci贸n rural. La “Reforma Rural Integral” debe integrar las regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los derechos de la ciudadan铆a.
El Punto 2 contiene el acuerdo “Participaci贸n pol铆tica: Apertura democr谩tica para construir la paz”. La construcci贸n y consolidaci贸n de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliaci贸n democr谩tica que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario pol铆tico para enriquecer el debate y la deliberaci贸n alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representaci贸n de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garant铆as para la participaci贸n y la inclusi贸n pol铆tica.
En especial, la implementaci贸n del Acuerdo Final contribuir谩 a la ampliaci贸n y profundizaci贸n de la democracia en cuanto implicar谩 la dejaci贸n de las armas y la proscripci贸n de la violencia como m茅todo de acci贸n pol铆tica para todas y todos los colombianos a fin de transitar a un escenario en el que impere la democracia, con garant铆as plenas para quienes participen en pol铆tica, y de esa manera abrir谩 nuevos espacios para la participaci贸n.
El Punto 3 contiene el acuerdo “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejaci贸n de las Armas”, que tiene como objetivo la terminaci贸n definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza P煤blica y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acci贸n prevista en las reglas que rigen el Cese, incluyendo la afectaci贸n a la poblaci贸n, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementaci贸n del Acuerdo Final y la dejaci贸n de las armas y preparar la institucionalidad y al pa铆s para la reincorporaci贸n de las FARC-EP a la vida civil.
Contiene tambi茅n el acuerdo “Reincorporaci贸n de las FARC-EP a la vida civil –en lo econ贸mico, lo social y lo pol铆tico- de acuerdo con sus intereses”. Sentar las bases para la construcci贸n de una paz estable y duradera requiere de la reincorporaci贸n efectiva de las FARC-EP a la vida social, econ贸mica y pol铆tica del pa铆s. La reincorporaci贸n ratifica el compromiso de las FARC-EP de cerrar el cap铆tulo del conflicto interno, convertirse en actor v谩lido dentro de la democracia y contribuir decididamente a la consolidaci贸n de la convivencia pac铆fica, a la no repetici贸n y a transformar las condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio.
El Punto 3 tambi茅n incluye el acuerdo sobre “Garant铆as de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos pol铆ticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecuci贸n de las conductas criminales que amenacen la implementaci贸n de los acuerdos y la construcci贸n de la paz”. Para cumplir con este fin, el acuerdo incluye medidas como el Pacto Pol铆tico Nacional; la Comisi贸n Nacional de Garant铆as de Seguridad; la Unidad Especial de Investigaci贸n; el Cuerpo 脡lite en la Polic铆a Nacional; el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Pol铆tica; el Programa Integral de Seguridad y Protecci贸n para las Comunidades y Organizaciones en los Territorios; y las Medidas de Prevenci贸n y Lucha contra la Corrupci贸n.
El Punto 4 contiene el acuerdo “Soluci贸n al Problema de las Drogas Il铆citas”. Para construir la paz es necesario encontrar una soluci贸n definitiva al problema de las drogas il铆citas, incluyendo los cultivos de uso il铆cito y la producci贸n y comercializaci贸n de drogas il铆citas. Para lo cual se promueve una nueva visi贸n que d茅 un tratamiento distinto y diferenciado al fen贸meno del consumo, al problema de los cultivos de uso il铆cito, y a la criminalidad organizada asociada al narcotr谩fico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud p煤blica, diferenciado y de g茅nero.
El Punto 5 contiene el acuerdo “V铆ctimas”. Desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las v铆ctimas deber铆a estar en el centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparaci贸n y No Repetici贸n, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigaci贸n y sanci贸n de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la b煤squeda de los seres queridos desaparecidos y la reparaci贸n del da帽o causado a personas, a colectivos y a territorios enteros.
El Sistema Integral est谩 compuesto por la Comisi贸n para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetici贸n; la Unidad Especial para la B煤squeda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en raz贸n del conflicto armado; la Jurisdicci贸n Especial para la Paz; las Medidas de reparaci贸n integral para la construcci贸n de la paz; y las Garant铆as de No Repetici贸n.
El Punto 6 contiene el acuerdo “ Mecanismos de implementaci贸n y verificaci贸n” en el que se crea una “Comisi贸n de implementaci贸n, seguimiento y verificaci贸n del Acuerdo Final de Paz y de resoluci贸n de diferencias”, integrada por representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resoluci贸n de diferencias, y el impulso y seguimiento a la implementaci贸n legislativa.
Adicionalmente crea un mecanismo de acompa帽amiento para que la comunidad internacional contribuya de distintas maneras a garantizar la implementaci贸n del Acuerdo Final y en materia de verificaci贸n se pone en marcha un modelo con un componente internacional integrado por los pa铆ses que durante el proceso han tenido el papel de garantes y acompa帽antes y dos vocer铆as internacionales, todo ello soportado en la capacidad t茅cnica del Proyecto del Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame de los Estados Unidos.
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Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP reiteramos nuestro profundo agradecimiento a todas las v铆ctimas, las organizaciones sociales y de Derechos Humanos, las comunidades incluyendo los grupos 茅tnicos, a las organizaciones de mujeres, a los campesinos y campesinas, a los j贸venes, la academia, los empresarios, la Iglesia y comunidades de fe, y en general a los ciudadanos y ciudadanas que participaron activamente y que a trav茅s de sus propuestas contribuyeron al Acuerdo Final. Con su participaci贸n lograremos la construcci贸n de una paz estable y duradera.
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