La costumbre de darle un nombre al Alumbrado Navideño de Medellín comenzó en 1997, desde cuando la decoración se basa en un concepto, que busca invitar a los visitantes a vivir una experiencia de luz y color que contribuya a la construcción de valores.
Desde ese año hasta hoy, el Alumbrado Navideño tiene entre sus propósitos la promoción de valores en la sociedad, conservar las tradiciones y promover el encuentro familiar.
El proceso para nombrar el Alumbrado Navideño parte del eje conceptual y de las ideas que comparte la comunidad. Con estos insumos, los diseñadores y arquitectos del Alumbrado hacen sus propuestas en las que consideran elementos como: la evocación de la historia que se narra, los personajes que se recrean, la sonoridad, y la fácil recordación.
A continuación un recorrido por esos nombres que ya hacen parte de la historia:
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