Que cada familia indígena disponga de una vivienda propia, es el principal objetivo de las entidades que posibilitaron el sueño de 227 familias de los municipios de Apartadó, Turbo y Necoclí.
Las 227 viviendas indígenas rurales están ubicadas en los siguientes Resguardos: Las Playas de Apartadó (56 viviendas), El Volao en el municipio de Necoclí (83 viviendas), y Dokerazavi, en las comunidades Arcua (60 viviendas) y Arenera (28 viviendas). Cada vivienda está compuesta por dos módulos, uno en madera con dos habitaciones y uno en concreto con cocina, baño y zona de ropas.
En la ejecución del proyecto participan el Ejército Nacional, entidad gestora de la iniciativa, el Ministerio de Defensa, el Banco Agrario, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, EPM y la Gobernación de Antioquia, a través de la Gerencia Indígena y la Empresa de Vivienda de Antioquia –VIVA-.
En estas Ciudadelas Indígenas o Poblados Indígenas se invirtieron en total 8.750 millones de pesos.
En la etapa de prefactibilidad de este proyecto constructivo, el diseño de las construcciones fue concertado previamente con los gobernadores, los cabildos y los mandos indígenas, para que la comunidad pueda disfrutar de espacios dignos que correspondan con su identidad cultural.
Cabe recordar, que el proyecto contempla la construcción y entrega de 287 viviendas indígenas. Las primeras 60 fueron entregadas en el mes de mayo en la comunidad indígena de El Pital en el municipio de Dabeiba.
Este tipo de acciones, el compromiso social de las entidades que participan en el proyecto y el trabajo colaborativo con la Organización Indígena de Antioquia –OIA-, fueron fundamentales en el proceso de negociación con la Minga Indígena.
Antioquia fue el único departamento donde no se presentaron disturbios, y las marchas y protestas se realizaron de manera pacífica.
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