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viernes, 22 de octubre de 2021

Puma rescatada en Antioquia trasladada a Putumayo para rehabilitación

 

Este felino juvenil de aproximadamente 8 meses de edad permaneció desde marzo en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, operado en convenio con la Universidad CES. 

Con miras a que recupere su libertad, y producto de una alianza con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía), el animal fue trasladado hasta Putumayo a 900 kilómetros de Medellín.

La puma estaba en cautiverio en el occidente de Medellín, en un caso de tenencia ilegal de fauna silvestre.

Con la esperanza de un final feliz, en los últimos días fue trasladada un puma hembra de la especie Puma concolor a las instalaciones de Corpoamazonía, en un recorrido de 900 kilómetros, con el objetivo de continuar un proceso de rehabilitación y liberación del animal recuperado del tráfico ilegal en Medellín. 

Su historia fue conocida en marzo de este año cuando la familia que la tenía en cautiverio la entregó voluntariamente a la Policía Nacional, la cual manifestó que la habían traído desde el departamento del Putumayo.

En ese momento era un cachorro todavía lactante, pesaba 800 gramos, tenía el tamaño de un gato pequeño y presentaba secreción ocular, diarrea y una malformación producto de la alimentación inadecuada. 

Después de haber sido recuperada ingresó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV-Fauna) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, operado en convenio con la Universidad CES, donde fue revisada por médicos veterinarios, biólogos y zootecnistas.  Durante los meses que permaneció allí, el animal recibió tratamiento médico, alimentación especializada y valoración comportamental; una vez terminado el periodo de lactancia fue aislada para evitar que se apegara a sus cuidadores. 

Ahora, con 11 kilos de peso, sana y con capacidad de cazar presas, la puma es apta para iniciar un proceso más complejo. “Los pumas permanecen durante un año con su madre, aprendiendo a cazar, a esconderse y en general a relacionarse con su entorno. Por esto los procesos de rehabilitación de estos mamíferos son tan complejos”, explica Julio Oyola Ceballos, coordinador del CAV-Fauna. 

El equipo se contactó con Corpoamazonía, quienes adelantan un proceso con un puma llegado este año en circunstancias similares, y se acordó el traslado de la puma hembra a esta zona del país. 

LA RUTA DEL PUMA: 900 KILÓMETROS CAMINO A PUTUMAYO


El proceso de traslado inició hacia las 8 de la mañana, cuando personal de apoyo la atrapa de manera controlada, sin lastimarla, para realizarle exámenes médicos y una toma de muestras de ADN, que permitirán identificar si tiene lazos familiares con el felino ubicado en Putumayo.

Después de una última revisión, fue ubicada en la Unidad Móvil de Fauna Silvestre, la cual fue dotada con todo lo necesario para un traslado cómodo y seguro para iniciar el recorrido de 900 kilómetros entre el municipio de Barbosa, en el norte del Valle de Aburrá, hasta Mocoa, Putumayo. 

El trayecto elegido fue tomar la Autopista Medellín-Bogotá, hasta llegar al departamento del Huila. Cada tres horas, el personal médico revisa, alimenta o hidrata el animal, con el objetivo de reducir los niveles de estrés y garantizar que la puma llegara en perfectas condiciones. El primer día terminó en Neiva tras 578 kilómetros recorridos. 

Antes de iniciar el segundo día de trayecto, el equipo hidrata y alimenta a la felina, que permanece tranquila. La Unidad Móvil cruza la zona del Desierto del Tatacoa para continuar la ruta demarcada por las cordilleras central y occidental. La carretera al ingresar a Putumayo se hace compleja. Hacia las 3 de la tarde el equipo y la puma llegan a su destino tras recorrer 900 kilómetros. A pocos minutos está ubicado el municipio de Villa Garzón y allí el Centro Experimental Amazónico, lugar destinado por CorpoAmazonía para la recuperación de animales víctimas del cautiverio.

La pequeña puma es llevada de inmediato al que será su nuevo hogar. Un hábitat adecuado para continuar con su proceso de readaptación. Una tela oscura y una reja la separan del otro hábitat donde permanece desde hace seis meses un puma macho.


“Después de 20 horas de viaje llegamos a Mocoa con la puma, la cual entra a un proceso de rehabilitación y readaptación con CorpoAmazonía, donde permanece otro puma macho. El proceso de readaptación podría tardar hasta dos años”, explicó Andrés Gómez, líder de Fauna del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. 

En algunas semanas se conocerán los resultados de las pruebas de ADN que determinarán si son o no hermanos, separados de su madre por cuenta del tráfico de fauna silvestre, uno de los negocios ilegales que más dinero genera, pero también el de mayor impacto a los ecosistemas.

La unidad móvil emprende nuevamente el viaje de regreso, otros 900 kilómetros hasta llegar al CAV en Barbosa para continuar apoyando las labores de atención a la fauna silvestre, una de las apuestas del Área Metropolitana del Valle de Aburrá para seguir siendo la voz de los que no tienen voz. 

SOBRE EL PUMA (PUMA CONCOLOR)


El puma es uno de los seis felinos silvestres con distribución en Colombia, y el segundo más grande después del jaguar. 

Si bien su tenencia en cautiverio no es común, sus poblaciones se están viendo amenazadas por la cacería y la pérdida de hábitat. La captura y tenencia ilegal de cachorros de felinos como este afecta directamente la salud de los ecosistemas, pues su actividad como depredador tope fortalece las cadenas tróficas, permitiendo la diversidad y el equilibrio de sus hábitats.

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