El Valle de Aburrá es hogar de diversas especies, y entre ellas destaca el zorro perro (Cerdocyon thous), un animal que habita en las laderas y cerros de la región y se desplaza por los corredores verdes en busca de alimentos como frutas, insectos y pequeños mamíferos.
Aunque es posible avistarlo en áreas urbanas, esta especie no representa ningún peligro para los seres humanos. Sin embargo, su mayor amenaza son los accidentes en las vías, ya que sus ojos se encandilan con las luces de los vehículos, lo que provoca que muchos terminen atropellados.
El zorro perro ha demostrado ser un maestro en adaptarse a su entorno. Si encuentra un espacio seguro y con alimento disponible, es muy probable que regrese a ese lugar. Por eso, es importante evitar darle comida o agua, ya que un contacto demasiado cercano puede generar interacciones negativas para ambos.
La labor del Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre, en convenio con la Universidad CES, juega un papel clave en la protección de este y otros animales silvestres que habitan el Valle de Aburrá. Su trabajo busca rehabilitar a las especies que han sufrido accidentes o han sido desplazadas, contribuyendo a la preservación de la fauna local.
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