La vida que se teje, una exposición para sanar y hacer memoria

El tejido y la narración textil como escenarios para la construcción de comunidad, memoria, resistencia y paz, de eso se trata La vida que se teje, exposición que agrupa reconocidas experiencias de grupos humanos de Colombia y América Latina y que tendrá como escenarios el Museo Casa de la Memoria y el Museo de Antioquia.

Para Adriana Valderrama, directora del Museo Casa de la Memoria, “esta exposición ha sido un proceso que el Museo ha venido acompañando desde la parte museográfica, pedagógica y misional. Este es un proyecto con un componente de memoria y salud mental muy fuerte, porque en la medida que las mujeres tejen hacen memoria, recuerdan y lograr sanar de alguna forma lo que han sido sus vivencias en medio del conflicto”.

La exposición no solo procura la visibilidad de los relatos de estas comunidades, sino la creación de redes que permitan la interacción y el intercambio entre estas experiencias regionales, nacionales y latinoamericanas.

“Son comunidades muy afectadas; la guerra les ha dejado no solo dolor y sufrimiento, sino lazos sociales rotos. En la búsqueda de superar esa situación, de resistirse, las personas encontraron que el tejido genera espacios para hablar, para elaborar duelos y generar cambios. Allí hay narrativas muy potentes sobre la vida cotidiana en medio del conflicto armado, relatos que pasan de sus vidas privadas e íntimas a lo público, en las que ellos pueden decir: no solo me pasó a mí, nos pasó a muchos”, relata Isabel González, curadora de la muestra.

La vida que se teje reúne a comunidades y tejedoras como Juana Alicia Ruiz, líder de la iniciativa Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz de Mampuján (Bolívar), ganadoras en 2015 del Premio Nacional de Paz.

“Con los tejidos dices cosas que nadie se atrevía a decir: las violaciones, las masacres, la gente desaparecida; esas cosas no se hablaban, esas cosas dan rabia. Cuando empezamos a tejer la gente se enojó porque lo estábamos contando, pero nosotros nos atrevimos a plasmarlo, y nos dimos cuenta que esos tapices narran sentimientos muy internos que tal vez con las palabras no nos atrevíamos a decir”, manifestó Ruiz.

La exposición reúne 85 piezas internacionales y nacionales provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Irlanda, México, Perú; así como Bolívar, Chocó, Cundinamarca, Nariño, Putumayo y Antioquia.