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miércoles, 13 de julio de 2016

La extorsión en Medellín: un negocio más rentable que el narcotráfico

El fenómeno de la extorsión es actualmente el negocio más rentable en las finanzas de las estructuras criminales, con un recaudo que podría sobrepasar los 100 mil millones de pesos por año. La cifra fue dada a conocer durante un debate sobre el delicado tema realizado hoy en el Concejo de Medellin.
imageCifras en mano, el concejal Simón Molina puso el tema en el debate público.
En los últimos diez años, la extorsión en la ciudad de Medellín se ha transformado, convirtiéndose en un fenómeno con dimensión metropolitana, que afecta no solo a personas con gran poder adquisitivo, sino en general a todos los ciudadanos de Medellín y el Valle de Aburrá.
De acuerdo con las proyecciones presentadas en el estudio “Economía, Rentas Criminales y Políticas Públicas en Medellín”, publicado el año pasado por la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia, se puede decir que el fenómeno de la extorsión se configura actualmente como el negocio más rentable en las finanzas de las estructuras criminales presentes en el territorio, con un recaudo que podría sobrepasar los 100 mil millones de pesos por año.
Los actores que ejercen la extorsión en la Ciudad, son bandas criminales que hoy cuentan con estructuras jerárquicas claramente definidas, de acuerdo a cifras oficiales, se habla de 360 bandas, de las cuales 10 son denominadas Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico ODIN, así mismo se han identificado 70 Estructuras, de las cuales 50 están vinculadas con las ODIN y 20 son independientes.
El desconocimiento y nivel de tolerancia que presenta la ciudadanía frente a este delito, ha hecho mucho más complejo el actuar de las autoridades, sumado a la capacidad de los delincuentes para implementar nuevas modalidades y encubrirlas con fachadas de aparente legalidad. Esto ha obligado a las autoridades a perseguir otros tipos de delitos como el concierto para delinquir y lavado de activos.
Por otro lado, la captura y desarticulación de las estructuras se ha hecho difícil, pues se ha generado un círculo vicioso donde la ausencia de denuncia deja a las autoridades sin material probatorio para judicializar a los ilegales, infundiendo desconfianza y esta a su vez desincentivando la denuncia.
En su intervención, el Concejal Simón Molina hizo un llamado a los ciudadanos a la corresponsabilidad frente a este delito, entendido como la principal fuente de financiación de la criminalidad en la Ciudad, pues a diferencia del narcotráfico que exige una costosa inversión para la producción, distribución y comercialización, la extorsión no requiere ninguna.
El corporado del Centro Democrático, planteó la necesidad de desarrollar acciones de gobernabilidad para complicarle la tarea a los ilegales y buscar el acompañamiento a las víctimas de este delito en los procesos judiciales, ofreciendo a la ciudadanía, no solo capturas, sino resultados efectivos de condenas y desarticulación de bandas criminales.
Así mismo, el Concejal propuso a la Administración Municipal priorizar intervenciones sociales y de sensibilización en las comunidades donde la Policía Nacional realiza operativos de desarticulación, reestructurar el sistema actual de incentivos a los integrantes de la Policía, implementación de un sistema de identificación biométrica (Banco de Voces), ampliación del sistema de cámaras de reconocimiento facial y optimización en su capacidad de almacenamiento y fortalecimiento de la investigación a través de capacitación a efectivos de la Policía.
En el debate participaron también el Representante a la Cámara Federico Hoyos Salazar; el Director de Fenalco Antioquia, Sergio Ignacio Soto, el presidente de la asociación de transportadores del Valle de Aburrá, Juan Gonzalo Merino y Fernando Quijano de Corpades.

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