Declaraciones de Bernabé Bustamante, profesional social y ambiental Hidroituango.
En el área de influencia del proyecto hidroeléctrico avanzan las labores de reforestación y de cuidado de la fauna silvestre. En el último año, EPM ha producido 300.000 plántulas que han sido trasladados a zonas reforestables de los 12 municipios impactados por la obra.
Mediante un trabajo acorde a la protección de los recursos naturales y con el acompañamiento a las comunidades aledañas a Hidroituango, EPM avanza en la implementación del Plan de Manejo Ambiental en el que se estiman inversiones cercanas a los 250 millones de dólares. Estos recursos están destinados a la proyección de programas, acciones y estrategias que ayuden a prevenir, mitigar, controlar y compensar los impactos generados en la zona con la construcción y operación de la hidroeléctrica.
El corazón de este plan ambiental de la empresa es la reforestación con árboles nativos de 17.000 hectáreas, de las cuales 14.000 corresponden a bosque seco y 3.000 a bosque húmedo tropical. Esta intervención favorable al ecosistema es efectuada en compensación por las 3.500 hectáreas ocupadas por el embalse del proyecto energético.
Para cumplir con este propósito, EPM instaló desde 2015 el vivero El Palmar, en el que trabajan habitantes de los municipios cercanos al proyecto. El lugar, localizado en predios contiguos a la obra, cuenta con una capacidad para producir un millón de plántulas anualmente. En el último año, se han cosechado allí y trasladado a áreas reforestables de bosques seco y húmedo tropicales 300.000 mil especies nativas.
“En las actividades de adecuación del vaso del embalse que han incluido remoción de cobertura vegetal se ha hecho algo muy importante, que es el rescate del material del germoplasma, es decir las plántulas pequeñas y las semillas de los árboles encontrados en el bosque. Estas semillas son la materia prima para los arboles producidos en el vivero”, explica Bernabé Bustamante Velásquez, profesional social y ambiental del proyecto hidroeléctrico Ituango.
En el vivero El Palmar también existen espacios de formación en los que han participado 25 habitantes de los municipios de Ituango, Briceño y Toledo. Estas personas han recibido capacitación en administración de viveros forestales y proyectos de restauración ecológica por medio de la consolidación del primer centro social de biodiversidad de Hidroituango.
“Los centros sociales de biodiversidad son una estrategia que pretende integrar todas las necesidades del proyecto hidroeléctrico Ituango en la parte ambiental con los trabajos y emprendimientos comunitarios. En estos centros se fortalecerán a las comunidades de los municipios de las áreas de influencia en conocimientos técnicos que favorezcan su desarrollo y crecimiento” ”señala Bustamante Velásquez.
De acuerdo con EPM, el proyecto ha establecido un convenio con la Fundación Grupo HTM y el Instituto Alexander Von Humbolt de Colombia para el desarrollo de un portafolio de áreas de conservación con un alcance mayor a la obligación de compensar y con priorización de predios, el cual es un insumo para la organización integral del territorio.
Además, con el acompañamiento de las universidades Nacional, de Antioquia, EAFIT, y otras entidades como el Grupo Elemental, la Universidad de Cantabria de España y el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, de Santiago de Cali, el proyecto hidroeléctrico ha llevado a cabo estudios para determinar el uso del embalse, la calidad del agua del río Cauca y la fauna y la flora de la región, entre otros, con el fin de identificar el patrimonio natural de la zona y promover su protección.
Centro de Atención y Valoración de Fauna.
Entre las acciones del Plan de Manejo Ambiental de Hidroituango se encuentra el Centro de Atención y Valoración de Fauna, el más grande de su tipo en el país, en donde se brinda atención médica especializada a los animales que puedan resultar afectados durante los trabajos de adecuación y llenado del vaso embalse.
Atención especializada para la fauna
Para esta labor, EPM ha firmado un convenio interadministrativo con Coranatioquia y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad CES, alianza que también está encaminada a atender la fauna silvestre que ha sufrido el tráfico ilegal o la pérdida de su hábitat por causas distintas al proyecto hidroeléctrico, como la minería y la ganadería, o por efectos de la reciente contingencia registrada en por el represamiento del río Cauca y taponamiento de los túneles de desvío del afluente.
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