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martes, 17 de diciembre de 2019

Nacimiento de dos crías de tití gris en campus de la UdeA marca éxito en el proceso de liberación que inició el Área Metropolitana con el Alma Máter en 2018



La liberación de cuatro titíes grises en la Universidad de Antioquia​, producto del trabajo conjunto entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y dicha universidad durante 2018, con el fin de conformar un grupo cuyo tamaño y diversidad permitieran su viabilidad en el mediano plazo, tiene casi un año y medio después dos frutos que son, al mismo tiempo, el mayor indicador de éxito del proyecto en términos de conservación de especies en ambientes urbanos: dos crías en el grupo de titíes que hoy habita el campus universitario.

El director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto, y el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes, presentaron este 16 de diciembre la buena noticia que no solo beneficia a la especie, amenazada por el tráfico ilegal de fauna, sino que también indica su adaptación al entorno del Alma​ Máter en el marco del proyecto La conservación del Tití Gris, un reto de ciudad, que trasladó hace casi un año y medio a cuatro especímenes rescatados del tráfico y tenencia ilegal y rehabilitados por Corpocaldas para convivir con dos más que vivían durante años en el Campus.

“El nacimiento de estas crías tiene toda la importancia en materia de diversidad ecológica y biológica, y de que este campus universitario sea parte de un gran laboratorio del Valle de Aburrá para la biodiversidad, en lo que representa la conservación en entornos urbanos. Nos sentimos muy contentos por lo que significa terminar una gestión desatando un proceso de esta naturaleza y por lo que representa además para la Escuela de Ecología Urbana que nos podamos juntar la autoridad ambiental con la academia, y que desde sus propios campus estemos haciendo estos ejercicios”, afirmó el Director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto. 

Es así como el campus universitario cuenta hoy con cinco titíes: tres de ellos adultos y dos crías productos de eventos reproductivos durante el segundo semestre de 2019. 

“Las crías se encuentran en una etapa avanzada; ya tienen comportamientos bastante autónomos, están en proceso de exploración del entorno, buscan su alimento y han superado el riesgo de muerte. Este proyecto piloto del mono tití abre las puertas para proyectos futuros de conservación en las ciudades, algo que habíamos estado aplazando por décadas pero que es absolutamente necesario para la protección de la fauna silvestre y la convivencia sana con las comunidades”, explicó Iván Darío Soto, profesor e investigador de la Universidad de Antioquia.

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Hábitat propicio

Estudios previos sobre la calidad del hábitat del campus de la UdeA y el uso que los titíes hacen de él permitieron saber con antelación que éste cumple con ciertas características como espacio, cobertura vegetal y fuentes permanentes de alimento, que sirvan de sustento para al menos un grupo social de tití gris. Cabe resaltar que el campus principal de dicha universidad cuenta con alrededor de 24 hectáreas y se constituye en un pulmón para la ciudad con 256 especies de árboles, muchas de ellas nativas. Es también un refugio para la fauna urbana, encontrándose allí casi 70 especies de aves (varias de ellas migratorias), así como un sinnúmero de especies de reptiles y mamíferos entre los que se encuentra el mono tití gris.

“Hemos tenido a lo largo de 216 años grandes visionarios, a quienes se les ocurrió no solo construir una ciudadela universitaria, sino que se convirtiera en un arboretum, en una muestra importante de la biodiversidad en términos de plantas que habitaban hace 50 años el Valle de Aburrá. Aquí cada árbol que se planta tiene una razón de ser: encontrar sinergias entre que permitan el desarrollo del campus para el beneficio de la fauna silvestre”, señaló el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes.

Para el apareamiento de los titíes la Universidad de Antioquia requirió, entonces, de la materialización de ciertas condiciones individuales, sociales y ambientales que les permitieron sobrevivir y reproducirse. De otro lado, se tuvieron que haber dado aspectos técnicos de colaboración entre la Universidad y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá que propiciaran las condiciones mencionadas para este proceso. 

Entre ellos está la capacidad institucional de la autoridad ambiental para unificar esfuerzos con el sector académico, y así lograr aplicar, fortalecer y registrar estrategias de conservación de fauna silvestre en sitios urbanos, donde estratégicamente pueda ser monitoreada, y se pueda promover y educar sobre la importancia de la fauna silvestre en libertad.

Cabe resaltar también la colaboración de la comunidad, fundamental en el avance de este proyecto ya que han ido aprendiendo, gradualmente, a respetar y velar por la integridad de los monos, sus espacios y su comportamiento.

“El proceso de convivencia entre los estudiantes y los monos ha sido algo gradual. Se ha trabajado, así como con la liberación de los monos, con la formación de una cultura universitaria hacia la convivencia sana y el respeto por la fauna silvestre”, agregó el investigador Soto.

Este proceso de rehabilitación y conformación del grupo ha incluido charlas a estudiantes y empleados de la Universidad, recorridos guiados de avistamiento de fauna, actividades lúdicas y la instalación de jardineras con mensajes educativos sobre los monos tití para evitar alimentar los animales y no intervenir en sus dinámicas.

Debido a que este proyecto es piloto en un ambiente urbano, sus resultados son la base para formular posibles acciones de liberación de fauna en ambientes urbanos, estrategias de socialización y elementos educativos particulares a tener en cuenta en las comunidades. 

Como autoridad ambiental responsable de la fauna silvestre, el Área Metropolitana de Valle de Aburrá seguirá haciendo esfuerzos con otras instituciones para concientizar a la ciudadanía sobre el daño causado a los animales extraídos y a sus ecosistemas. Ese esfuerzo, ha permitido que el 90% de los animales que ingresan al Centro de Atención y Valoración de Fauna – CAPF del Valle de Aburrá sean por entregas voluntarias, y que el 75% puedan ser liberados y/o reubicados.


Importancia ambiental del Tití gris en el valle de Aburrá.

​El tití gris es una especie endémica y su importancia como especie radica en sus funciones biológicas y ecológicas en el territorio metropolitano, como dispersor de semillas de las cuales emergen árboles; estos aportan oxígeno y capturan CO2 en el territorio, controla especies de insectos, artrópodos y es una especie omnívora. De acuerdo a la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza​) esta especie es objeto de conservación por encontrarse en peligro de extinción, debido a la pérdida de su hábitat por la intervención antrópica y al tráfico ilegal para su uso como mascota. 

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