¿Cómo prevenir la violencia intrafamiliar en tiempos de crisis?

Comfenalco Antioquia brinda recomendaciones desde el área psicosocial  para evitar la violencia intrafamiliar en el tiempo del aislamiento preventivo.

De acuerdo con  cifras de la Secretaría de Seguridad de Medellín, en la cuarentena se han atendido en la ciudad 408 denuncias por violencia intrafamiliar entre adultos y 205 por vulneración de derechos a niños y adolescentes.

En tiempos de aislamiento social, las personas están todo el tiempo en casa compartiendo con la familia, lo que trae muchas cosas positivas, pero también negativas si no hay una sana convivencia, lo que puede desencadenar en comportamientos violentos.

Por lo que Comfenalco Antioquia, desde el Programa de Desarrollo Humano y Familia,  brinda  algunas recomendaciones para establecer una mejor relación con los miembros del hogar en cuarentena y solucionar los conflictos de una manera pacífica.

Rosmary Varela Gaviria, psicóloga de Desarrollo Social de Comfenalco Antioquia, explica que es necesario reconocer el lugar y el rol del otro dentro de la familia para favorecer entornos de confianza y seguridad a cada integrante del hogar, dando espacio a la conversación, bajo una escala de valores como el respeto, aceptación, tolerancia, compasión y solidaridad, tanto con la pareja, como con los demás miembros del hogar.

 “Asistimos a un tiempo en el que necesitamos reinventarnos para adaptarnos a una nueva forma de convivencia familiar, dándonos la oportunidad de mirarnos como una ‘comunidad de cuidado’ tanto físico como mental y emocional para retomar nuestras interacciones familiares de una manera armónica”, dice.

De otro lado, se hace fundamental promover la corresponsabilidad familiar, resaltando la masculina; es decir, que las familias realicen las labores domésticas y el cuidado de los hijos de manera equitativa, sin sobrecargar a ninguno de sus miembros, dado que en muchos casos termina siendo la mujer quien realiza todas las funciones en el hogar.

Asimismo, Rosmary recomienda educar y corregir sin maltratar, evitando actitudes y comentarios que puedan dañar o herir al otro, convivir desde la tolerancia y observando las necesidades del otro.

También es importante crear espacios de diálogo para fortalecer los vínculos familiares: aprender a escuchar, hablar, negociar, respetar. Y explicarle a los niños y jóvenes que es natural experimentar frustración o tristeza, mostrándoles lo positivo que puede salir de un momento catalogado como crítico.

De igual manera, la psicóloga recomienda vivenciar las emociones de manera inteligente, aceptándolas como parte de nuestra naturaleza humana para aprender a gestionarlas y así alcanzar el equilibrio, impidiendo que aquello que sentimos se adueñe de lo que somos y nos lastime o lastime a los demás.

“Intentar retomar la calma, porque con la calma llega la fortaleza emocional, dándonos la posibilidad de sostener relaciones sanas con los demás y poder dar lo mejor de nosotros mismos”, concluye.