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lunes, 7 de agosto de 2017

El semillero de la música del pacífico brota por los poros


El retumbar de los tambores y los cununos, el seseo del guasá y las vocecitas chillonas de cientos de niños que a sus cinco años ya están interpretando arrullos y alabaos, se unen al piano de la selva: la marimba, para decirle al mundo que Cali se prepara en grande para la décima versión de ‘El Petronito’.

Sí. ‘El Petronito’. Esa manifestación artística infantil que el mundo podrá ver a partir de las 3:00 de la tarde del domingo 13 de agosto en el Teatro al aire libre Los Cristales, donde niños entre los 5 y los 13 años de edad exhiben todo su potencial en conjunto Marimba y en conjunto Agrupación libre, por ser ellos el semillero que en unos años los llevará a participar en el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.

La secretaria de Cultura del municipio de Santiago de Cali, Luz Adriana Betancourth Lorza, está sorprendida por el crecimiento desmesurado de esta iniciativa, que surgió hace 10 años con 80 niños de cuatro agrupaciones y hoy cuenta con 250 distribuidos en 18 grupos.

“Nacieron como semilleros para preservar la tradición musical y oral del Pacífico. Y ese empoderamiento se ha dado y ha crecido gracias al compromiso y apoyo de las Administraciones anteriores, que junto a la de Maurice Armitage, han unido esfuerzos para que el futuro del Petronio Álvarez esté garantizado”, dice Luz Adriana Betancourth.

Y recordó la secretaria de Cultura, que estos niños no compiten sino que exhiben su talento en Los Cristales y en El Quilombo, lugares donde se les verá mostrando esa pasión por sus ancestros, alimentada por maestros como Janeth Riascos, Oliva Arboleda, Pascual Caicedo y agrupaciones como ‘Mi raza’, ganadora en el año 2015 y que hoy lleva gratis su talento a la comuna 15 para que los menores sientan en grande.

La cita es en Los Cristales el domingo 13 de agosto a partir de las 3:00 de la tarde, donde 250 niños de Cali, Buenaventura, Quibdó, Tumaco y Tunía, expresarán a viva voz que la cultura musical del Pacífico se transpira desde la cuna, se siente en la piel y se lleva en la sangre.

Por: William López Arango

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