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jueves, 9 de noviembre de 2017

En las aulas de clase se intercambian saberes en Derechos Humanos

Como parte de las acciones de promoción de los Derechos Humanos y prevención de su vulneración que lidera la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana de Cali, a través de su Subsecretaría de Derechos Humanos y Construcción de Paz, 178 niños se benefician con la Escuela de Derechos Humanos, espacios formativos y lúdicos que les brindan herramientas ante posibles casos que afecten su integridad o la de sus familias.

La Escuela de Derechos Humanos se implementa en las instituciones educativas Carlos Holguín Mallarino, sede Niño Jesús de Atocha, (Comuna 15) y de Eustaquio Palacios (Comuna 19). Cuenta con cinco módulos temáticos que abarcan temas como identidad, imaginarios, definición de los Derechos Humanos, tipos de vulneración, con énfasis en trata de personas y reclutamiento forzado; y compromiso de vida. Los niños y niñas, que hacen parte de estos talleres, residen en su  mayoría en las comunas 15 y 20.

“Desde la Subsecretaría de Derechos Humanos y Construcción de Paz venimos haciendo un ejercicio muy fuerte para sensibilizar e informar frente a las situaciones que pueden representar riesgos tanto para los niños, como para los jóvenes y adultos en materia de vulneración de sus derechos. Por eso, a través de nuestro equipo de derechos humanos avanzamos en las acciones de prevención de ocurrencia de delitos como la trata de personas o el reclutamiento forzado, llegando a estos escenarios educativos, que son espacios propicios para hacer promoción y trabajo pedagógico”, explica Felipe Botero Escobar, subsecretario de Derechos Humanos y Construcción de Paz de Cali.

Luz Marina Isaza, docente del área de Ciencias Sociales en el Eustaquio Palacios, así lo destaca: “Con la Escuela de Derechos Humanos ha sido un acierto el acercamiento de la Secretaría de Paz con la institución, y  es muy positivo sobre todo en este nivel, por la edad de los muchachos, por el momento en que se encuentran en su desarrollo. Los muchachos han sido muy participativos durante los talleres y han podido manifestar problemas que han visto en sus comunidades y familias”.

De esa forma también lo reconoce Jackeline Ballesteros, madre de familia de uno de los estudiantes, quien relata: “Me parece que estos temas, abordarlos en una institución educativa, son muy importantes porque como padres de familia nosotros no podemos aportar todo desde lo legal y la norma, de pronto tenemos una visión diferente, y con estos programas ellos amplían su conocimiento”.

Por su parte, Juan Camilo Ibáñez, uno de los estudiantes que ha recibido la Escuela, comparte: “Esto, para mí, ha servido mucho porque yo no tenía información acerca de la trata de personas o la explotación infantil y gracias a la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana me ha ayudado a mí y a muchos de mis compañeros a tener más información sobre estos casos, como líneas de atención, cuándo uno saber que le vulneran los derechos a uno y cómo defenderse”.

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