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domingo, 27 de agosto de 2017

Conozca los finalistas del Concurso Tendero Líder 2017

Edilia Montoya Correa, Tienda Jomoco, corregimiento San Sebastián de Palmitas

La tienda nació hace 46 años luego de que a su padre le robaran el carro y empezara a buscar una alternativa para el sustento de su familia. Ella desde que salió del colegio empezó a trabajar en esta tienda con su hermano Jorge Montoya Correa, quien en ese entonces era el dueño del negocio. Desde hace 20 años su hermano decidió que Edilia tuviera la mitad y realizaron las escrituras.
Su hermano es el encargado de abrir a las 6:00 a.m., Edilia llega a 7:00 a.m. para recibirle porque él todos los días viene a Medellín a comprar el surtido de Jomoco. A las 2:00 p.m. cierra para almorzar y descansar y a las 4:00 p.m. vuelve a la tienda hasta las 12:00 de la noche.
En su tienda vende de todo un poco: dulces, tortas, fritos, esmaltes, gorras, regalos y helados, entre otros productos, pero los tamales son la estrella de este lugar. Le fía a sus clientes porque confía en ellos.
Fue fundadora de la banda marcial de Palmitas, promueve actividades con los niños y los más necesitados y desde su tienda ayuda con todas las campañas del Cedezo e informa temas de interés para sus vecinos. Además, es una enamorada de su corregimiento San Sebastián de Palmitas, por eso es una líder que infunde entre sus clientes y visitantes el amor por la tierra.
Ella soñaba con ser recreacionista o profesional de turismo. Desde hace un año empezó a hacer realidad esto al convertirse en organizadora de excursiones con los habitantes del corregimiento.
Cristian Alexander Aristizábal Aristizábal, Mercados y Panadería "Campo Amor", barrio Guayabal

Cristian tiene 23 años y se postula por segunda vez al concurso Tendero Líder, quien luego de un año de su postulación implementó diferentes actividades, cada vez más comprometido con el bienestar de sus vecinos y la responsabilidad social.
Desde los 14 años trabaja en el negocio, luego de llegar a Medellín desplazado por la violencia en su pueblo natal Granada. En 2009 comenzó a administrarlo cuando su padre se lo compró a su tío, quien además fue quien le enseñó todo lo que sabe sobre el negocio, la rotación de productos, inventarios y panadería.
Cristian siempre se ha caracterizado por darle tiempo al estudio. En abril de 2017 se graduó de la Tecnología en Administración de Empresas en el ITM y actualmente está estudiando la carrera Administración Comercial y Mercadeo en Esumer. Todo lo que ha aprendido le ha servido para aplicarlo e innovar Campo Amor: investigaciones de mercado, estrategias de merchandising y mercadeo, calidad en el servicio al cliente, seguridad y salud en el trabajo y todas las normatividades jurídicas vigentes. Asimismo, se preocupa por la capacitación de sus empleados.
Cuenta con datáfono para que sus clientes puedan pagar con tarjeta débito o crédito, tiene redes sociales y WhatsApp Domicilios, lleva la contabilidad de su negocio con el sistema X-POX y realiza inventarios cada mes. Hoy su negocio genera cuatro empleos y abre todos los días de 6:00 a.m. a 9:00 p.m.
Desde allí apoya diferentes campañas sociales e invita a sus clientes a realizarlas como: el reciclaje, las tapas por la vida, donación de sangre y el respeto y amor por los animales, por eso ha puesto un bebedero para pájaros en su negocio y una zona exclusiva para las mascotas de sus clientes. Además, realiza actividades con su comunidad para incentivar la unión y la fidelización de sus clientes.
Irma Lucía Bolívar Carvajal, Tienda El Progreso, barrio Aranjuez

La historia de Irma Lucía Bolívar Carvajal comenzó hace 23 años. Ella, con una gran sonrisa que la caracteriza, vendía verduras en las aceras del barrio Aranjuez para poder sostener a su familia y pagar la educación de sus dos hijos, porque su esposo, para ese entonces, se encontraba desempleado. Con el tiempo los clientes le pedían que vendiera otro tipo de productos, convirtiendo su negocio en una pequeña tienda a cielo abierto.
Así Irma tuvo su negocio, hasta que unas amigas, a quienes les había vendido en algunas ocasiones mercancía a crédito, le ofrecieron un terreno en el mismo barrio y le permitieron pagarlo a cuotas en muestra de agradecimiento y confianza.
Su casa se construyó gracias a la solidaridad de sus vecinos y allí pudo ubicar las estanterías en las que hoy están los productos de su tienda. Pero Irma, quien nació hace 52 años en Itagüí, no solo es tendera, también realiza obras sociales con los más necesitados de Aranjuez.
Ella es colaboradora y tiene un sinigual carisma, que la ha llevado a ser una líder, luchando porque sus vecinos estén bien. Lleva 12 años enseñando como catequista, ayudándole a los niños con más necesidades económicas a realizar la Primera Comunión con vestidos y fiestas. Asimismo, celebra con los habitantes de Aranjuez las fechas más importantes del año, como una estrategia para lograr la integración de todos.
Su tienda está abierta de lunes a domingo desde las 4:30 a.m. hasta las 11:00 p.m. y fía a sus clientes de mayor confianza. Irma ha recibido diferentes capacitaciones en Fenalco Antioquia, que le han enseñado a ubicar de manera estratégica los productos en las estanterías y a llevar la contabilidad de su negocio.
Carlos Alfonso Ortiz Correa, Granero Italia, barrio Manrique

Carlos Alfonso Ortiz Correa, del municipio de Cañasgordas, es el propietario de una de las esquinas más representativas de Manrique Central. En este barrio, que limita con Aranjuez, Villa Hermosa, Santa Elena y el Popular, está ubicado el Granero Italia. La historia del negocio comenzó hace 72 años, cuando Carlos apenas tenía 20 y quien sería su suegro decidió cambiar una carnicería por un granero.
Buscar un mejor futuro fue la principal razón por la que este hombre de 92 años llegó a Medellín. Los primeros días se hospedó en casa de sus primos en Aranjuez. Gracias a un contacto familiar que trabajaba en el Edificio Coltejer y después de continuas conversaciones, Carlos comenzó a laborar allí como obrero.
En vista de que ya estaba acomodado en la ciudad, tenía empleo y algunos ahorros, lo siguiente era contraer matrimonio e independizarse, y así pasó. Carlos, después de varios días, le propuso al padre de su esposa que le vendiera el granero que tenía ubicado en una esquina de la calle Italia con la carrera 47, de ahí su nombre. El nuevo propietario no era novato manejando negocios, porque el arte de ser tendero lo heredó de su padre.
En medio de diferentes productos, nacieron y crecieron sus ocho hijos. Ahora ellos están al frente del negocio, especialmente, Blanca Ortiz. No obstante, Carlos, que por cuestiones de salud debe estar en reposo, sigue atendiendo a sus clientes. Algunos le compran desde hace más de 60 años.
Las puertas del Granero Italia se abren todos los días desde las 7:30 a.m. hasta las 12:00 p.m. En este lugar, que fue precursor de la venta de leche a las 5:00 a.m., se fía sin problema. Además, se destina una suma de dinero para entregar a la iglesia del sector.

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