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viernes, 18 de agosto de 2017

Comida del mar para todos los gustos en la Ciudadela del Petronio

El asfalto solo olía a mar, costa y pacífico y entre más se adentraban las personas el olor a agua de coco, plátano y pescado eran tan fuertes que los comensales no terminaban de hacer el recorrido para seleccionar el puesto dónde comprar.

Todo se confundía entre “Mar del Pacífico”, “Las Delicias de Tere”, “El Charco y sus gustos” y cuán nombre alegórico a esta cultura gastronómica se puede imaginar en un solo sitio donde 90 puestos esperaban para deleitar con su pargo frito, marranitas de camarón, bollo de yuca con toyo, encocao de pingua y mil delicias más.

Y claro! Entre los caleños raizales se confundían los descendientes afro de todos los rincones del país y resaltaban los extranjeros. Anne Sheileis, alemana de 20 años, miraba aterrada todas las comidas: “Primera vez que vengo a Colombia, con la fortuna que mis compañeros de la Universidad donde estoy de intercambio, me trajeron para que almorzáramos, todo huele rico y no sé qué comer. Pocas veces se encuentra uno con tanta comida similar en un solo espacio. Me ha parecido maravilloso y mis amigos me dicen que esto solo es el comienzo. Es una rica experiencia”, afirmó aterrada de tanta comida.

Doña Lucía Ramos, con su turbante para hacerle honor a la fiesta, degustaba la marranita de camarón, “si las de cerdo son ricas estas son espectaculares; llevo 10 años viniendo al festival a comer y esta vez veo todo más amplio, más organizado, más limpio y espero que más barato, pero igual comeré porque aquí deben estar los mejores exponentes de la comida del Pacífico”, dijo sonriente.

Pero las expectativas no solo estaban en los eventuales compradores de los manjares del mar; los vendedores trataban de atraer hasta con ‘pruebitas’ y se notaban ansiosos en la sana competencia.

Don Francisco Alegría, raizal del Charco (Nariño) viajó con su familia y tres cocineras para ofrecer su carta de producto, tal como lo hace desde hace un lustro. “El tiquete es muy barato y nosotros nos armamos de todos los productos para ofrecer calidad, frescura y delicias teniendo en cuenta la lista de precios que es la misma en todos los puestos. Es una semana muy importante para nosotros”, afirmó.

Indicó que tienen tanta salida sus productos que estima, una vez se pague a los empleados y todos los costos de su restaurante itinerante, obtener ganancias de por lo menos $5 millones. “Es una bendición, porque aunque en nuestro pueblo tenemos turistas todo el tiempo, no se vende como acá”, concluyó.

Y este fue el primer día de cinco donde los visitantes a la ciudadela Petronio Álvarez podrán encontrar comida de todos los tamaños, sabores y precios. Así que el puente es largo y las ganas de disfrutar muy altas!

Por: Anna María Castro Casas

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