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jueves, 3 de julio de 2014

Luz verde para investigación biológica

  • Grupos de investigación y proyectos de la Alma Mater ya no tienen que solicitar permisos individuales para colecta de especies biológicas con fines no comerciales, pues ya cuentan con el permiso marco gestionado ante Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Foto cortesía Grupo Ictiología.

Foto cortesía Grupo Ictiología.

Hasta el año pasado, si un grupo de investigación de la Universidad necesitaba hacer colecta de especímenes biológicos para su trabajo científico, debía tramitar un permiso individual de colecta ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ―ANLA―, una agencia del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Lo mismo sucedía para la administración de las colecciones biológicas y para el acceso al recurso genético, temas muy distintos, regidos por el Decreto 309 del año 2000.

Desde hace varios años, algunas instituciones reclamaban al Ministerio la modificación de esta normativa, pues perjudicaba la investigación en ciencias básicas. En 2012, la necesidad de renovar el registro de las colecciones biológicas de la Universidad de Antioquia puso en evidencia que algunas de ellas albergaban ejemplares colectados sin permiso. Los investigadores estaban haciendo las colectas de manera irregular, “pero no por falta de compromiso con la norma, sino porque el trámite en el Ministerio era muy demorado”, explicó Luz Fernanda Jiménez Segura, investigadora del Instituto de Biología.

A veces un investigador solicitaba el permiso de colecta, pero el tiempo pasaba y dado que debía cumplir los compromisos adquiridos con el fondo financiador y ejecutar los recursos en un tiempo limitado, debía comenzar sus colectas y, en buena parte de las situaciones, el permiso llegaba luego de terminar la investigación”, explicó la investigadora. “La situación era aún más apremiante si la investigación involucraba recursos genéticos, pues el trámite exigía contrataciones con el Estado que implicaban interminables y complejos procesos de índole jurídico”, complementó.

Que muchos de los ejemplares depositados en las colecciones biológicas de la Universidad no contaran con el permiso de colecta era el punto más crítico, pues como explicó la profesora Jiménez, “una de las nuevas exigencias del Instituto Alexander von Humbolt para registrar las colecciones es que los ejemplares fueran colectados en el marco de un permiso de investigación”.

El clamor de varias universidades del país encontró una actitud constructiva en el Ministerio del Ambiente que, en 2012, convocó a un grupo de instituciones encontrar soluciones a este cuello de botella. La Vicerrectoría de Investigación y el Consejo Superior Universitario asignaron recursos para enviar a Bogotá, a las reuniones convocadas, a dos delegados: la profesora Jiménez Segura y el profesor Juan Manuel Daza Rojas, representantes de dos de las colecciones biológicas de la Alma Mater.

Si bien muchas universidades se mostraron interesadas, solo cuatro (la de Antioquia, la Nacional, la Javeriana y la de los Andes) enviaron sus representantes a las reuniones semanales en Bogotá durante todo el segundo semestre del año 2012. El trabajo fue fructífero. Del antiguo decreto salieron dos nuevos, más claros y específicos: uno que regula las colecciones biológicas y otro para la colecta de ejemplares del medio silvestre para investigación sin fines comerciales.

Para la investigadora, el cambio más importante es quizás que el nuevo decreto ya no considera el uso de técnicas moleculares como acceso a recurso genético. “Este es un cambio gigante en la normativa porque la ciencia está utilizando cada vez más este tipo de herramientas para sus investigaciones y el que ya no se requiera tramitar un contrato con el Estado, podrá disparar el desarrollo de la investigación en nuestro país”, señaló.


El permiso marco

Los nuevos decretos fueron publicados a mediados de 2013. Con la nueva reglamentación y un clima positivo entre las entidades, la Vicerrectoría de Investigación comenzó a gestionar un permiso marco, que cubriera a toda la Universidad y les evitara a los investigadores los demorados trámites individuales. “Con la profesora Luz Fernanda construimos una lista de grupos que necesitaban estar cubiertos por el permiso marco y la sometimos a la ANLA”, señaló Gloria Valencia Bustamante, funcionaria de la Vicerrectoría, quien se encargó de todo el proceso administrativo.

En mayo del presente año la ANLA expidió el permiso marco que agiliza y facilita el trabajo de los científicos. La Universidad está haciendo los trámites correspondientes para incluir a los investigadores que quedaron por fuera de la solicitud, pues este es un proceso de continua actualización.

Lo que sigue es buscar mecanismos para administrar el permiso y elaborar los informes semestrales para la ANLA”, indicó Valencia Bustamante. “También se busca hacer un proceso de inducción y capacitación para explicar bien a los investigadores todas las implicaciones, procedimientos, responsabilidades y cuidados relacionados con este permiso, y para ello invitaremos a personal de la ANLA”.

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