El Proyecto La Iguaná de acueducto y alcantarillado contribuye al desarrollo de más de 35 barrios del noroccidente de Medellín
• Estas obras aportan a la transformación de vida de aproximadamente 94.500 familias de la capital antioqueña
• Se tiene previsto culminar los trabajos en el primer trimestre de 2023
En uno de sus proyectos más ambiciosos, EPM adelanta la reposición y modernización de 35,5 kilómetros de redes de acueducto y la intervención de 27,9 kilómetros de redes de alcantarillado en la cuenca La Iguaná, que tiene como propósito recuperar la quebrada.
Con estas obras se adelanta la recolección de 100 descargas de aguas residuales, lo que evitará que 450 litros de agua residual por segundo (equivalente al caudal de 15 piscinas olímpicas por día) sigan descargando a la cuenca La Iguaná y algunas de las quebradas afluentes. Gracias a esta iniciativa, las aguas residuales serán transportadas a los interceptores para luego conducirlas hasta la planta de tratamiento Aguas Claras, en el municipio de Bello, al norte del Valle de Aburrá.
El Proyecto La Iguaná beneficia más de 35 barrios de Medellín, entre ellos: Alfonso López, Altamira, Aures No.1, Aures No.2, Bello Horizonte, Blanquizal, Bosques de San Pablo, Calazans, Carlos E. Restrepo, Cuarta Brigada, Córdoba, Cucaracho, El Diamante, El Estadio, Ferrini, Francisco Antonio Zea, Fuente Clara, Juan XXIII, La Quiebra, Los Colores, Metropolitano, Nueva Villa de La Iguaná, Olaya Herrera, Pajarito, Palenque, Pesebre, Pilarica, Robledo Parque, San Germán, Santa Margarita, Suramericana y Villa Flora.
Así avanzan las obras
El Proyecto La Iguaná tiene un porcentaje de avance del 66%, de los cuales el 36% corresponde a redes de acueducto y el 30% a redes de alcantarillado. Hasta el momento se han recogido 42 descargas cuyas aguas residuales están llegando a la planta Aguas Claras para su tratamiento. A la fecha se han intervenido los barrios: Carlos E. Restrepo, Caribe, Suramericana, Los Colores, Blanquizal, Pesebre y Robledo. Por su parte, las obras de los 19,3 kilómetros de San Cristóbal, Cucaracho, Santa Margarita, La Loma y Vallejuelos están en proceso de contratación.
Los trabajos generan 850 empleos, de estos el 40% pertenecen a la zona de influencia, en un aporte a la reactivación económica en la ciudad.
Gestión de arqueología
La gestión de arqueología del Proyecto La Iguaná está a cargo de arqueólogos de la Universidad de Antioquia. Los monitoreos arqueológicos permanentes en esta importante cuenca permitieron identificar vestigios de caminos empedrados coloniales, restos de antiguas redes de acueducto y alcantarillado de los siglos XIX y XX. También se logró identificar materiales culturales en los barrios Robledo Santa Margarita, Roblemar, Nueva Vía al Mar, San Javier La Loma y Robledo El Parque.
En la actualidad, las actividades de monitoreo arqueológico se concentran en el Ecoparque Cerro El Volador, con un cumplimiento estricto y riguroso de las exigencias de las autoridades nacionales en materia de protección de patrimonio cultural.
Con el Proyecto La Iguaná, EPM contribuye a la armonía de la vida para un mundo mejor, gracias a la modernización de la infraestructura de acueducto y alcantarillado para llegar a más hogares y con el cuidado ambiental de una de las quebradas más representativas de la región.
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