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domingo, 24 de diciembre de 2017

El bebé de oso andino rescatado en Remedios, Antioquia, ya se encuentra bajo supervisión de biólogos y veterinarios en Medellín

El osezno llegó al zoológico Santa Fe, donde se le realizarán exámenes y se le darán cuidados para rehabilitar su comportamiento natural y devolverlo posteriormente a su hábitat.

El ejemplar es un oso andino de aproximadamente dos meses de edad que se encontraba en una finca en el municipio de Remedios, y era alimentado con agua de panela con leche.

Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá reiteran el llamado a los ciudadanos para que se abstengan de capturar, domesticar o traficar animales silvestres.

El oso andino forma parte de la lista de especies en vía de extinción y está calificado como vulnerable según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

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El osezno de dos meses recuperado en la zona rural del Municipio de Remedios, Antioquia, ya se encuentra en Medellín para ser evaluado por biólogos y médicos veterinarios, y para recibir los cuidados propios de una especie silvestre. Su hogar provisional es el zoológico Santa Fe, donde el personal competente evaluará su estado de salud y nutricional, así como su talla y peso, para luego estructurar su dieta y sus pautas de comportamiento.

“El objetivo es que este individuo empiece a desarrollarse en las condiciones más cercanas a su hábitat natural. La idea es hacer una evaluación permanente de cómo va evolucionando, y esperar la decisión de las autoridades ambientales sobre su resocialización y liberación”, afirmó Iván Gil, director del Parque Zoológico Santa Fe.

El osezno pudo ser rescatado en los límites del sur de Bolívar y el municipio de Remedios, en la Serranía de San Lucas, gracias a un equipo de biólogos y veterinarios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, especialistas del Centro de Veterinaria y Zootecnia de la universidad CES y Corantioquia, quienes con información suministrada por la ciudadanía, se desplazaron a la zona rural para hacer la debida recuperación, tratamiento, liberación y reubicación de este individuo.

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Tras un operativo de casi 18 horas se le hizo una valoración inicial al animal, en la que se pudo constatar que se trataba de un oso de anteojos bebé, de aproximadamente dos meses de edad, que se encontraba en buenas condiciones a pesar de que era alimentado con agua de panela y leche.

A pesar de la precaria alimentación que había tenido el animal durante las últimas semanas, el diagnóstico veterinario inicial determinó que el pequeño oso podía ser trasladado a la ciudad de Medellín para lograr corregir sus hábitos alimenticios y rehabilitar su comportamiento natural, pues el oso ya había entrado en una fase de amansamiento.

El animal había sido encontrado y extraído de su hábitat natural por miembros de una familia campesina que aseguraron que lo encontraron solo en el bosque y que decidieron acogerlo para su protección.

“Invitamos a la ciudadanía, especialmente a quienes habitan en las zonas rurales, a no extraer a los animales de su hábitat natural pues con este accionar terminan afectando la especie”, dijo Carlos Andrés Naranjo, subdirector de Regionalización de Corantioquia, quien asimismo resaltó que “nunca se había tenido reporte de esta especie en el sector, lo cual representa un reto muy importante de seguir estudiando y analizado esta zona y la presencia de esta especie en la misma”.

Por su parte, el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá agregó que “lo que sucedió con el osezno tiene que ver con cómo estamos protegiendo nuestros ecosistemas. Y si estos se van deteriorando con procesos como la deforestación ilegal y acelerada, serán varias las especies que comenzarán a desaparecer. Este no es solo un tema del Valle de Aburrá, es un tema regional y nacional. Por eso, el llamado también es a la conciencia ciudadana, a que no compren flora y maderas que no tienen clara procedencia y autorización legal de explotación”.

"Este oso de anteojos recuperado en el Municipio de Remedios es hoy un ícono de libertad y de la no tenencia de esta fauna silvestre, que cada vez más está en riesgo de extinción. Muchas personas ignoran que estos animales no se adaptan a nuestras condiciones de vida por más que se les trate de ofrecer una vida digna. Este osezno se convierte, entonces, en un referente para recordar que nuestro hogar nunca será su hábitat. Los queremos libres, y esperamos que este osito pueda ser recuperado y resocializado para volver a su hogar natural” concluyó Eugenio Prieto, Director del Área Metropolitana.

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Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá reiteran el llamado a los ciudadanos para que se abstengan de capturar, domesticar o traficar animales silvestres. Estos al ser extraídos de su entorno natural, están en riesgo de sufrir mutilaciones, afecciones de la piel, escamas o mucosas, atrofias musculares, deformaciones esqueléticas o, en el peor de los casos, alteración de su comportamiento natural, lo que impide su recuperación definitiva y les quita el derecho a vivir en su hábitat. 

Contexto del oso andino

De las ocho especies actuales de osos en el mundo, el oso andino (Tremarctos ornatus), también conocido en el país como oso de anteojos habita Suramérica desde Venezuela hasta Argentina.

En nuestro país esta especie ocupa ecosistemas que le brindan las condiciones necesarias para vivir, y que son precisamente de las zonas que sufren mayor transformación pues es en estas áreas en donde se concentra un porcentaje significativo de la población.

En el departamento de Antioquia se encuentra asociado a las cordilleras Central y Occidental, existiendo reportes en los municipios de Medellín, Girardota, Sopetrán, Belmira, Caicedo, Anzá, Urrao, Betulia, Andes, Jardín, Betania, Ciudad Bolívar, Santa Fe de Antioquia, Abriaquí, Cañas Gordas, Amalfi, Gómez Plata, Carolina, Briceño, Anorí y Remedios.

Su alimentación se basa en frutas, y cuando estas escasean se alimentan de comidas fibrosas como las bromelias, palmas, frailejón, orquídeas y algunos bambús y árboles desérticos.  Adicionalmente comen insectos, roedores, entre otros.

Alcanzan a medir entre 1,30 y 1,90 metros de alto y pesan en promedio entre 80 y 125 kilos.

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