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viernes, 4 de julio de 2014

Teorías de la administración deben replantearse

Estudiando el modelo clásico de racionalidad, un grupo de investigación de la Universidad Nacional, Sede Manizales, sugirió que algunas teorías deberían replantearse, tras encontrar inconsistencias en las concepciones clásicas.

A través de las publicaciones del filósofo estadounidense John Searle, específicamente su libro Razones para actuar, el “Grupo de investigación en Filosofía y teoría de la Administración” de la Sede Manizales abordó dos problemas centrales que tiene la administración de empresas, desde el modelo clásico de racionalidad y la toma de decisiones en las organizaciones.

“Antes se creía que los gerentes debían resolverlo todo, pero la razón tiene unos límites en términos de capacidad humana dentro de la organización” Foto: Andrés Almeida Guano.

“La administración consiste en desarrollar acciones para racionalizar actividades orientadas a objetivos. Ese es el rol que cumplen los administradores, directores y gerentes. Entonces, si la administración es una acción de racionalización, su naturaleza es la racionalidad”, explica el director del grupo, profesor José Gabriel Carvajal.

En Razones para actuar, Searle realiza una revisión de la literatura del Siglo XX sobre racionalidad y llega a la conclusión de que existe un conjunto de supuestos que subyacen a toda la discusión sobre el tema que son falsos.

“El debate clásica sobre la racionalidad falla en muchas cosas. Nosotros nos preguntamos si las teorías sobre administración también se basan en esos supuestos”, indica Carvajal.

La finalidad de la investigación, mediante la reconstrucción del modelo clásico, su comprensión y apropiación, es identificar que algunos supuestos inmersos en ciertas teorías sobre la administración son falsos y tratar de demostrarlo con ejemplos.

Entre estos se encuentra el sistema de objetivos. Según argumenta Carvajal, “algunos autores plantean que este sistema debe ser consistente, es decir que entre los integrantes de una organización no debe haber contradicción”.

Pero en la cotidianidad, los administradores se enfrentan a decisiones donde los objetivos son opuestos. Entonces debería trabajarse el aprendizaje de los estudiantes sobre técnicas de reflexión para desentrañar cómo actuar o cómo estudiar y profundizar en los objetivos que están en oposición, para lograr niveles satisfactorios en la toma de decisiones.

Cuando un estudiante se enfrenta a objetivos en conflicto trabaja sobre la base de decisiones que sean óptimas, por lo que debería formarse en la capacidad de analizar cómo resolver este tipo de problemas.

“Eso implica desarrollar técnicas de optimización en cuanto a toma de decisiones y modelación matemática de estas”, agrega el profesor.

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