La intervención llevada a cabo por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (Dagran) ha logrado mitigar el riesgo de inundación en 12 veredas de Yondó, beneficiando directamente a más de 9 mil personas, lo que representa el 40% de la población total de este municipio.
La implementación de esta medida ha permitido que casi la mitad del municipio recupere con tranquilidad la siembra de sus cultivos, los cuales anteriormente se perdían debido al desbordamiento del río Magdalena. Hasta el momento, se han intervenido alrededor de 4 kilómetros en las veredas Bellavista y La Rompida 1 y 2, logrando proteger a 12 comunidades.
Jaime Enrique Gómez Zapata, director del Dagran, explicó que la intervención consiste en la construcción, reforzamiento y mantenimiento de jarillones, barreras de protección que impiden el ingreso del río a las áreas donde se encuentran las viviendas y los cultivos. En los próximos días, la intervención se llevará a cabo en la vereda Puerto Nuevo Felicidad, donde la maquinaria ingresará a través de un planchón por el río Magdalena.
La reactivación de la siembra ha generado un impacto positivo en la economía local, dinamizando la región. Las familias beneficiadas ahora pueden cultivar sin temor a perder sus productos, lo que ha permitido un crecimiento sostenible en la producción agrícola. Jasbleidy Cruz Flórez, habitante de la vereda La Rompida 1, expresó su gratitud por el apoyo brindado y destacó los beneficios del jarillón: "Anteriormente los cultivos se perdían por la inundación. Hoy, con este jarillón, hemos obtenido protección para cultivar arroz, maíz y cacao. Estamos agradecidos por el apoyo que nos han prestado".
Las intervenciones en Yondó, que se espera finalicen en un mes, también tendrán un impacto positivo en las comunidades de Cantagallo, ubicadas en el departamento de Bolívar. Esta iniciativa demuestra el compromiso del Dagran y las autoridades locales en la protección de la población, así como en la promoción del desarrollo sostenible de las zonas rurales afectadas por desastres naturales.
La exitosa intervención en Yondó es un ejemplo de cómo la gestión adecuada de riesgos puede traer beneficios concretos para las comunidades, permitiendo que los agricultores puedan trabajar con tranquilidad y protegiendo el patrimonio de los habitantes.
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