En Medellín, la música se ha convertido en una poderosa herramienta para el cambio social y el desarrollo personal, especialmente para los niños, niñas y jóvenes de la ciudad, gracias a la Red de Músicas de Medellín (RMM). Este programa, anteriormente conocido como la Red de Escuelas de Música de Medellín, ha estado en el corazón de la transformación cultural y social de la ciudad desde su fundación hace 28 años.
En un contexto histórico marcado por la violencia, la RMM nació como una iniciativa para ofrecer un espacio seguro donde los jóvenes pudieran cultivar y nutrir sus talentos artísticos, contribuyendo a la reconstrucción del tejido social. Hoy en día, la red cuenta con 27 escuelas especializadas en diversas disciplinas musicales y participan 6300 niños y jóvenes entre los 3 y los 24 años.
Tatiana Pérez, una destacada directora de orquesta y egresada de esta red, es un ejemplo del impacto profundo que la RMM ha tenido en la vida de muchos. Desde una joven edad, la música le ofreció a Pérez una alternativa a un futuro incierto, permitiéndole no solo evadir las adversidades sino también alcanzar un reconocimiento profesional tanto nacional como internacional.
El impacto de la RMM va más allá del ámbito musical. A través de la música, los jóvenes aprenden a expresar sus emociones, gestionar la frustración y desarrollar su inteligencia emocional. Este aprendizaje es crucial especialmente durante la adolescencia, una etapa de cambios significativos.
La red forma parte de la Red de Prácticas Artísticas y Culturales de la Alcaldía de Medellín, lo que permite una mayor articulación con otras disciplinas artísticas, fortaleciendo así los procesos de transformación ciudadana para los jóvenes y sus familias.
Con una variedad de programas que incluyen desde la música sinfónica hasta el tango y la música popular bailable, la RMM no solo es un reflejo del rico patrimonio cultural de Medellín sino que también es un testimonio del poder de las artes para moldear un futuro mejor para la juventud de la ciudad.
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