Así lo expresó la alta funcionaria en el segundo taller de la Misión de Economía Solidaria de la OCDE, en el que expresó que uno de los grandes desafíos del país es reducir el desempleo y la informalidad.
La economía solidaria -destacó la Vicepresidenta y Canciller- representa cerca del 4% del PIB. 7 millones de personas están afiliadas a las distintas organizaciones que de allí se derivan.
Aseguró que el país debe trazarse metas ambiciosas, desde lo social y económico, en el marco del cumplimiento de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Con un enfático mensaje sobre la importancia de las organizaciones de economía solidaria para ejecutar políticas públicas que contribuyan a reducir las brechas sociales, la Vicepresidente y Canciller, Marta Lucía Ramírez, se unió al segundo taller de la Misión de Economía Solidaria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“Abordar la informalidad como uno de los grandes problemas de la política económica, requiere estrategias multidimensionales y novedosas. Estamos trabajando, desde la Vicepresidencia y con el Ministerio de Trabajo, en promover a las organizaciones de la economía solidaria para que ayuden en la reducción de esas tasas de informalidad y brindar soluciones, con sostenibilidad, en el largo plazo y así generen trabajos formales en distintos sectores”, manifestó.
Y explicó que, en ese propósito, ha sido clave el Laboratorio Social de Inclusión Productiva, liderado por la Vicepresidencia de la República y la Organización Minuto de Dios (MD Micronegocios), con apoyo del SENA, Asomicrofinanzas, Artesanías de Colombia, alcaldías, gobernaciones y entidades territoriales y/o gubernamentales.
“A febrero de este año, vemos nosotros que ya hay 31 proyectos que se han venido acompañando a través de la asociatividad. Adicionalmente, tenemos 10 cooperativas que se han creado y registrado formalmente. En Bucaramanga, hemos logrado impulsar 4 cooperativas, 2 más en Popayán y hay 21 que tenemos en procesos de sensibilización y capacitación”, puntualizó.
Bajo ese escenario, precisó que el país debe seguir dándole el lugar estratégico que le corresponde a este tipo de economía: “Necesitamos apalancar la economía solidaria porque es, sin duda, un elemento fundamental, necesario e insustituible para el desarrollo nacional. Esta economía representa cerca del 4% del PIB, alrededor de 7 millones de personas están afiliadas a las distintas organizaciones solidarias, tanto como cooperativas de ahorro y crédito, fondos de ahorro, fondos de empleados, mutuales, entre otras. ¡El potencial de Colombia en esta materia es enorme!”, expresó.
Finalmente, la Vicepresidenta-Canciller aseguró que el país debe trazarse metas ambiciosas, desde lo social y económico, en el marco del cumplimiento de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Tenemos que acabar la pobreza extrema y reducir la pobreza monetaria en Colombia. Además, bajar la tasa de desempleo a cerca de un 6%, lo que estaría muy cerca al pleno empleo. Esos tienen que ser los objetivos para los próximos 8 años”, concluyó.
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