Con la Semana Santa, surge una preocupación creciente en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá debido al tráfico ilegal de especies de flora, poniendo en riesgo la biodiversidad de la región. Entre las especies más traficadas se encuentran la Palma de cera, ramos elaborados con palma de vino, cedros, ceibas, robles, bejuco, tierra de capote, musgo, palmicho, real e higuerón.
El tráfico de flora durante la Semana Santa ha sido una práctica arraigada en algunas comunidades, donde se utilizan estas especies para elaborar adornos religiosos y decorativos. Sin embargo, esta actividad ilegal representa una amenaza directa para el equilibrio ecológico y la conservación de la fauna y flora nativa.
"¡Nuestra fauna y flora merecen vivir y crecer en libertad!", advierten desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. El tráfico de estas especies no solo afecta su existencia en la naturaleza, sino que también contribuye al deterioro de los ecosistemas locales y al aumento de la deforestación.
Las autoridades ambientales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá hacen un llamado urgente a la ciudadanía para detener esta práctica ilegal y proteger nuestra biodiversidad. Se insta a la población a optar por alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para celebrar esta época religiosa, como el uso de materiales reciclados o la plantación de especies nativas en lugar de recolectarlas de su entorno natural.
En este sentido, se promueve la conciencia ambiental y la responsabilidad ciudadana para preservar nuestro patrimonio natural y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
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