En ese desplazamiento, solo este año, 50 aves de 12 especies migratorias han sido atendidas por el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre- CAV, debido a diversas situaciones de emergencias.
Las principales causas de ingreso han sido por golpes o heridas contra ventanas, ataques de perros o gatos o baja condición corporal.
A pocos días de finalizar la temporada de migración boreal de aves, que comienza en octubre y finaliza en el mes de mayo, el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, operado en convenio con la Universidad CES, reporta que solo este año han ingresado 50 aves en situación de emergencia y que han necesitado la atención necesaria para salvarles su vida.
El ave de mayor ingreso ha sido la gallina ciega o chotacabras norteño de la especie Chordelies minor, un ave nocturna que permanece muy cerca del suelo y que por esto es frecuentemente atacada por gatos domésticos. En segundo lugar, está el cuco americano de la especie Coccyzus americanus, que ingresa al centro con cuadros de fatiga y desnutrición, ambas causadas por los largos desplazamientos y, en tercer lugar, se encuentra el gavilán aliancho Buteo platypterus, que presenta normalmente fracturas y lesiones causadas por colisión contra ventanas o edificios.
Otras de las aves atendidas por los especialistas han sido las reinitas, pirangas, zorzales, halcones peregrinos, garzas, atrapamoscas, entre otras, que fueron reportadas a la línea de atención de fauna silvestre 304 630 00 90, donde se gestionan las solicitudes de atención a animales silvestres heridos, atrapados o, incluso, indefensos y que se encuentran en la zona urbana de los 10 municipios del Valle de Aburrá.
A nuestra región, ubicada en la Cordillera Central de los Andes, llegan aproximadamente 41 especies de aves migratorias entre los meses de octubre y mayo cada año, provenientes del norte del continente. Entre estas especies, se destacan los patos, aves rapaces, pequeños pájaros, garzas, gallinas ciegas, atrapamoscas, turpiales, golondrinas y tringas.
La migración boreal es un fenómeno natural en el cual, un animal se desplaza significativamente, incluso cientos o miles de kilómetros, en busca de mejores condiciones climáticas y mayor disponibilidad de alimento durante los meses de invierno. De esta manera, ha reportado que hay aves que disminuyen el tamaño de su aparato digestivo o que incluso duplican su peso corporal para aguantar largos desplazamientos, y poder retornar al norte del hemisferio antes de que termine mayo.
A propósito, las aves migratorias no están libres de peligros, en especial cuando atraviesan los centros urbanos: los edificios, el ruido, la pérdida de lagos y bosques y la contaminación lumínica pueden afectar o desorientar a estos animales.
Este año, en el Día Mundial de las Aves Migratorias, este último fenómeno está siendo resaltado por Environment for the Americas, la promotora de esta fecha especial, debido a que las luces nocturnas pueden desviar a las aves migratorias, por lo que con el lema “noches oscuras, migraciones seguras" se busca crear conciencia sobre este fenómeno.
¿Qué hacer ante el avistamiento de aves migratorias u otros animales silvestres en situación de vulnerabilidad en el Valle de Aburrá?
Si un ciudadano se encuentra en zona urbana con algunos de estos animales en condiciones de vulnerabilidad, lo primero que debe de hacer, será comunicarse a la línea de atención a emergencias de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 304 630 00 90, la cual, atienden en el horario de 6 de la mañana a 10 de la noche, todos los días, a través de su línea Whatsapp.
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