Corantioquia reconoció esta semana la labor del CTA (Corporación Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia) y EPM a favor del agua, los bosques y la vida. La Distinción Vida, fue otorgada en la categoría investigación aplicada por el trabajo de delimitación y enriquecimiento de la reserva La Quintero, ubicada en Barbosa.
La Quintero es una reserva de agua y de vida, en la que nacen las quebradas La López y El Viento, que abastecen al acueducto de Barbosa. Cinco guardabosques, habitantes de Barbosa, recibieron este galardón por su esmero, entusiasmo y compromiso con el cuidado del ambiente y el equilibrio ecosistémico de la reserva.
Cuidar el agua permitió que el CTA y EPM armonizaran sus intereses y capacidades a través de un convenio interinstitucional, en el que ha sido posible hacer investigación aplicada con el proyecto “Guardabosques, delimitación y enriquecimiento de la reserva La Quintero”, facilitando así la conservación del recurso hídrico y la biodiversidad a través de estrategias de restauración activa y pasiva, entre ellas el enriquecimiento forestal, el aislamiento de predios y la asistencia a la regeneración natural, además de propiciar la construcción de capacidades en los actores locales para promover su apropiación hacia la reserva.
Esta iniciativa, que lleva dos años de aprendizajes y logros, obtuvo la Distinción Vida, otorgada por Corantioquia en su encuentro anual celebrado este 25 de septiembre, para reconocer a empresas y personas que promueven la transformación social y comunitaria con base en prácticas amigables con los recursos naturales. La administración municipal de Barbosa también ha acompañado el proyecto y ha promovido el relacionamiento con otros actores como las autoridades ambientales: Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Corantioquia, para la gestión, acompañamiento, asesoría y capacitación a los guardabosques, así como la administración de información asociada a estudios relacionados con el área de la reserva La Quintero.
El proyecto Guardabosques La Quintero le apunta a:
- Evaluación de condiciones bióticas, de zona de vida, para la definición de especies propicias para el enriquecimiento forestal.
- Evaluación de estrategias de conservación, que ha incluido la investigación de las condiciones de la reserva para definir las especies y las estrategias de restauración.
- Investigación jurídica y normativa de la reserva, con el fin de conocer su estado actual y su futuro, de cara a definir una figura jurídica para su posible declaratoria como reserva natural.
- Reconocimiento de la flora nativa mediante identificación en campo y recolección de muestras botánicas para su determinación en herbario, lo que ha permitido la construcción de un listado de las especies que habitan la zona.
- Establecimiento de parcelas permanentes para el monitoreo de la mortalidad y el crecimiento de las especies empleadas en el proceso de restauración activa.
- Construcción de capacidades en los actores locales a través de un proceso de formación interdisciplinaria permanente de los guardabosques en temas asociados a la gestión de riesgos, gestión integrada de recursos hídricos, protección de ecosistemas, identificación de flora y fauna, y ecoturismo, entre otros.
- Divulgación del conocimiento y la apropiación social, a través de actividades de silvicultura comunitaria que involucran a los habitantes y vecinos de la reserva a participar en siembras en sus propios predios y en retiros de quebradas, así como en actividades de educación ambiental en escuelas y comunidades que permitan un mayor conocimiento de este territorio.
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